CITA EN LA HABANA
Un hecho de trascendental importancia en política, economía y desarrollo tecnológico del llamado sur global, que abarca a los países del hemisferio sur, incluyendo a China, el mundo árabe, África, Asia y Latinoamérica, y excluyendo a Australia, se desarrollará los días 15 y 16 de septiembre en La Habana. El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su condición de presidente «pro tempore» del grupo del G77 + China, ha convocado a una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno bajo el tema «Retos actuales del desa- rrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación». Más de 134 manda- tarios estarán presentes en el cónclave que incluye a las poderosas econo- mías emergentes Brasil, India, China, Sudáfrica (Brics) y otras como México, Argentina, Arabia Saudita, Chile, Irán e Indonesia.
El tenor de la cooperación sur-sur liderada por China es lograr que los países más pobres del planeta salgan del subdesarrollo a través del combate de la pobreza y del hambre, bajo los lemas de «respeto a la soberanía nacional, propiedad nacional, independencia, igualdad, no condicionalidad, no injerencia en los asuntos internos y beneficio mutuo», enfrentando problemas como alta presión demográfica, deterioro ambiental, conflictos y desastres naturales.
Cuba practica la solidaridad con los países del sur, enviando médicos y maestros a casi todos los rincones del mundo subdesarrollado, así como su histórica solidaridad en las luchas de liberación nacional con pueblos de África, Asia y América Latina (AL). Debido a su valentía y solidaridad internacional, Cuba es víctima de un criminal bloqueo por parte de Estados Unidos de América.
CHINA Y LATINOAMÉRICA EN LOS ALBORES DEL SIGLO XXI
A partir de la primera década del siglo XXI, China se perfila como la primera potencia económica del mundo. En este reacomodo, AL asume un rol determinante derivado del giro a la izquierda que ha experimentado a partir de este nuevo siglo y que ha puesto en tela de juicio a la hegemonía estadounidense en la región. China y AL han mostrado un gran dinamismo en su crecimiento económico en medio de la más grande crisis que la economía mundial ha experimentado, por ello es lógico que en la última década exista un acercamiento cada vez mayor del gigante asiático con AL.
No es casual la presencia china en Centroamérica, donde ya tiene tratados de libre comercio con Panamá, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, y donde hay una vigorosa relación con El Salvador.
Dentro de esta cooperación sur-sur, uno de los temas presentes en la cumbre del G77 + China del próximo septiembre en La Habana, son los nuevos fenómenos, como la actual caída de los precios del petróleo, los megaacuerdos comerciales chinos y las dinámicas de integración latinoamericanas.
Estas particularidades presentan las relaciones sino-latinoamericanas:
− Relaciones políticas. China busca establecer relaciones con los países de AL basadas en el trato igualitario, la intensificación del contacto político en diversos niveles, el establecimiento de una agenda oficial de diálogo directo, la implementación de fondos de consulta y el incremento de la cooperación entre sus diversos organismos. El pasado 21 de agosto, el Parlamento Centroamericano (Parlacen), compuesto por El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, expulsó a Taiwán como observador permanente en el organismo y por mayoría de votos aprobó la incorporación de China como observador permanente del órgano regional.
− Comercio. En 2001, China logró ingresar a la Organización Mundial del Comercio (OMC), acelerando su proyección al proceso de globalización económica internacional e incrementan- do su presencia en las relaciones comerciales y económicas de AL. Entre los años 2000 y 2014 el intercambio comercial entre China y AL pasó de $12,000 millones a $263,600 millones, representando un crecimiento mayor a 20 veces en comparación con el año 2000 (Ministerio de Comercio de la RPCh, 2015). A partir de 2005, AL es considerada como el socio comercial más dinámico de China, situándolo como un mercado de exportación clave para Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Perú y Venezuela; hecho que ha llevado a la nación asiática a con- solidarse como el segundo socio comercial de la región solo superado por Estados Unidos.
− Inversión. Para 2015, China pasó a ser la tercera fuente de inversión extranjera directa (IED) en Latinoamérica.
− Cooperación y ayuda. La cooperación china está regida por la norma del beneficio mutuo y la ganancia compartida. Dentro de esta estrategia de cooperación también está el ofrecimiento de créditos, los cuales han desempeñado un papel fundamental en sus relaciones con los países latinoamericanos. Este objetivo convierte a la cooperación china en una cooperación altamente ligada a los proyectos de construcción e infraestructura.
El G77 + China a celebrarse en La Habana fortalecerá el afianzamiento de las relaciones sur-sur, en el marco de una debilidad constante del dólar, del surgimiento de un mundo tripolar, de una guerra encarnizada en Europa entre la OTAN y Rusia y de un nuevo sistema económico mundial.
El Sur está tratando más que con un país, una nación, un Estado chino, con una civilización de más de 4,000 años de antigüedad, donde priman valores como la filosofía del tao o dao, al camino de la vida, su trayecto y significado, la transformación del universo dentro de una armonía regida por un equilibrio natural de los seres y las cosas, el yin yang.