Fiorella es una joven de 25 años que maneja un mototaxi en Izalco, Sonsonate, pero en la unidad de salud le diagnosticaron lupus eritematoso, por lo que le indicaron que ya no podrá asolearse y que para salir debe usar sombrilla y protector solar. Además, sabiamente su médico la refirió a la consulta odontológica, y ella pregunta: «Doctora, tengo lupus. ¿Cómo afecta mi salud bucal?».
El lupus eritematoso es una enfermedad crónica del sistema inmunológico que afecta principalmente a las mujeres. Su etiología es desconocida; sin embargo, se reconoce que debe existir una predisposición genética para su desarrollo y la desencadenan factores ambientales, hormonales e infecciosos.
Fiorella cuenta que inicialmente le aparecieron lesiones en la piel y en la mucosa bucal. El médico le dijo que afortunadamente no tiene afectados los riñones, el corazón ni el sistema nervioso.
La joven presenta lesiones elevadas que inician rojas y después quedan como zonas blanquecinas y atrofiadas, especialmente en los brazos, las mejillas y la frente, que son las zonas de exposición solar durante el día de trabajo.
En la clínica odontológica ella tendrá que ser sometida a varios tratamientos, ya que lamentablemente la técnica de cepillado y el cepillo que ha estado utilizando no le han funcionado correctamente. Tiene algunas caries, perderá una molar superior por fractura y, como en la adolescencia perdió la molar de los seis años, en cada uno de los lados debe usar un puente fijo.
Al hacer el plan de tratamiento hay que tener cuidado de la necesidad de prescribir algún medicamento, ya que su riñón es la vía de eliminación de los químicos que se le aplicarán. Por eso, la comunicación con el médico de cabecera es sumamente importante.
Se recomienda indicar fármacos que no sean metabolizados renalmente, como el acetaminofén, para controlar cuadros dolorosos, y la clindamicina, para los casos de infección, en dosis indicadas estrictamente por el profesional.
Se debe vigilar muy de cerca su condición periodontal y planificar profilaxis, control de placa bacteriana cada tres meses y estar preparado para tratar adecuadamente al paciente en caso de desarrollar algún tipo de agrandamiento gingival.
Los tratamientos odontológicos que involucren sangramiento deben ser tratados lo más conservadoramente posible, evitando los procedimientos quirúrgicos cruentos; sin embargo, en caso de ser necesario se recomienda la interconsulta con el médico tratante, ya que es el médico el que decide el uso o no de la profilaxis antibiótica.
Mantener la salud bucal de Fiorella debe ser prioridad. Debemos recordar que debe mantener la medicación que le indique su médico. Cuando haya úlceras en la boca, puntos rojos o morados, inflamación de las encías, sangramiento de las encías o dolor al abrir y cerrar la boca, debe consultar, ya que puede estar frente a un descontrol sistémico que podría conducir a un estado agudo de la enfermedad.