El presidente dominicano Luis Abinader dijo este viernes que estudia flexibilizar el cierre de la frontera con Haití para reactivar el comercio, pero descartó reabrir los pasos migratorios.
Abinader, que busca la reelección el año próximo, ordenó hace tres semanas el cierre de la frontera terrestre, aérea y marítima en respuesta a la construcción en el país vecino de un canal destinado a desviar agua del río Masacre, que comparten ambos países, para usarla en el riego de cultivos. La obra sigue en curso.
«Hemos hecho algunas acciones para mitigar» los efectos del cierre, dijo Abinader en una visita a la ciudad fronteriza de Dajabón. «Estamos ayudando a los pequeños agricultores, pequeños productores, pequeños comerciantes, pero vamos a ver cómo vamos a ir flexibilizando para que no se sigan afectando».
Haití, el país más pobre de América, es el segundo socio comercial de República Dominicana, receptor del 8,4% de sus exportaciones, que equivalieron a $1,040 millones en 2022.
«Lo que yo no pienso, repito, es la parte migratoria, la frontera va a seguir cerrada», señaló el mandatario. «Esta frontera no va a ser igual, aquí vamos a tener muchos más controles en todos los órdenes».
La crisis económica y política en Haití, agravada por la violencia de las pandillas, ha multiplicado el flujo migratorio hacia República Dominicana, que por su parte ha endurecido su política migratoria con más redadas y la construcción de una verja en la frontera común.
Abinader anunció además la reactivación de un canal del lado dominicano para desviar agua del Masacre antes de que el río entre a Haití.
«Estamos listos para poderle traer hasta un metro cúbico de agua, que es más de lo que tiene el caudal en el momento más bajo del río», señaló. «Estamos preparados para que no se afecten nuestros agricultores aguas abajo».
«Yo quería ver y confirmar que tenemos este canal para esta situación y esto nos permite a nosotros empezar a flexibilizar» el cierre fronterizo, reiteró.