«A nivel país, sobre todo en la región Litoral y zona interandina, las lluvias están sobre sus promedios históricos de los últimos 15 años», señaló la cartera en un comunicado.
Entre enero y abril, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) registró 23 muertos por los temporales, que también dejaron en ese periodo unos 52.000 afectados, y destruyeron numerosas viviendas, centros de salud, escuelas y carreteras.
A ello, se suman 30 fallecidos y 58 desaparecidos por un deslizamiento de tierra ocurrido el pasado 26 de marzo en la localidad andina de Alausí.
Las lluvias y un terremoto que mató a 15 personas llevaron al gobierno a declarar la emergencia para 14 de las 24 provincias del país.
«La época lluviosa ha generado daños a escala nacional. Las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos, Santa Elena, El Oro y Cotopaxi registran mayores afectaciones», precisó la Segcom.
A inicios de marzo, el puerto de Guayaquil, capital de la provincia de Guayas, soportó una cantidad de lluvia equivalente a 7.000 piscinas olímpicas.
La secretaría agregó que el Ministerio de Finanzas prevé destinar unos 200 millones de dólares para atender los daños ocasionados por las lluvias.
En febrero, la fuertes lluvias obligaron a suspender por cinco días el bombeo de crudo, debido a que un oleoducto estaba en peligro por la caída de un puente.