La estrategia denominada Plan Control Territorial (PCT), liderada, ordenada e impulsada por el presidente Nayib Bukele en El Salvador, es motivo de análisis en universidades, centros de estudios, colegios de altos estudios estratégicos en seguridad, organismos relacionados con la seguridad pública y la defensa nacional en varios continentes. Algunos países lo hacen para desarrollar una revisión académica desde principios de seguridad, otros como parte de los ejercicios de inteligencia y contrainteligencia, otros debido a presiones de prensa, medios de comunicación, redes sociales, periodistas, expertos en seguridad, analistas políticos y la población, en general. Por supuesto que no faltan los escépticos y críticos que también lo están revisando, y sin faltar organizaciones a todo nivel que buscan los pros o contras.
Es Sudamérica y otros países en Centroamérica donde existe mayor interés, ya no solo quieren escuchar, sino analizar y estudiar el denominado «método Bukele» para comenzar a tratar de equilibrar las diferentes crisis que experimentan algunos países en temas de inseguridad, crimen organizado, pandillas, narcotráfico, narcomenudeo, extorsiones y otros crímenes.
La semana pasada escuchamos, leímos y vimos por televisión que el presidente de Costa Rica anunció en conferencia de prensa ante medios nacionales e internacionales la Operación Costa Rica Segura, la cual en esencia contiene los grandes ejes de la estrategia impulsada en El Salvador por el presidente Bukele y su Gabinete de Seguridad. No se necesita ser un experto en seguridad o un gran analista para enterarnos de cuáles son los principales pilares de dicha operación. Los medios locales y extranjeros no pudieron dejar de comparar y mencionar la estrategia implementada por el presidente Bukele, y muchos abiertamente manifestaron que son una copia del PCT, y que llega tarde y más parece una reacción a las presiones y ante los datos contra el mandatario y sus funcionarios de las instituciones de seguridad.
En menos de 24 horas los policías de Costa Rica se organizaron y buscaron alianzas con fuerzas sindicales para desarrollar sendas protestas, rechazos y amenazas a lo anunciado por el presidente Rodrigo Chaves, el resultado, ganaron el pulso los policías, y el Gobierno dio marcha atrás en esta parte anunciada a la nación y al mundo. De igual forma, hay rechazo a la idea de incorporar nuevos policías sin seguir el mínimo período de formación, así como otros ejes de la operación debido a que tienen una policía desmotivada y en condiciones precarias.
El ejemplo de Costa Rica y la decisión del presidente Chaves pone en evidencia que la estrategia del PCT no se puede «copiar y pegar», no es solo de emularla, replicarla o girarla por decreto u orden presidencial. Como una estrategia integral diseñada en El Salvador, creada en nuestro país, tiene pilares, ejes y principios además de condicionantes y debe poseer un liderazgo estratégico.
La estrategia del PCT tiene resultados, evidencias, indicadores, datos, estadísticas y sobre todo el beneplácito de la mayoría de la población salvadoreña, sus avances no se pueden negar, nadie puede ya refutarlos y tienen una clara tendencia a la baja en 2023 comparados con el mejor año, que fue 2022.