El Banco Mundial (BM) prevé que El Salvador crecerá un 2.5 % en 2024, una leve mejora en su proyección respecto a su informe de octubre de 2023, cuando dijo que el país crecería sólo un 2.3 %.
William Maloney, economista jefe del banco para Latinoamérica y el Caribe, compartió esa previsión en una conferencia de prensa virtual este miércoles.
No obstante, esas cifras distan de las proyecciones de entre 3 y 3.5 % del Banco Central de Reserva (BCR) para este año, las cuales están sustentadas en el impacto que tiene la seguridad y el continuo crecimiento de sectores como construcción.
Por otro lado, en el evento virtual, los representantes del organismo indicaron que se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe crecerá 1.6 % en 2024, debido a los bajos niveles de inversión y consumo interno, altas tasas de interés y elevados déficits fiscales, la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las perspectivas de socios como Estados Unidos, China y Europa.
El BM espera, en el mismo sentido, que el crecimiento del PIB para 2025 sea de 2.7 % y de 2.6 % para 2026.
«Estas son las tasas más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo e insuficientes para impulsar la prosperidad», dijo Maloney.
Por su parte, Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, señaló que el bajo nivel de crecimiento, de manera sostenida, «no es sólo una estadística económica sino una barrera para el desarrollo».
«Esto se traduce en servicios públicos reducidos, menos oportunidades de empleo, salarios deprimidos y mayor pobreza y desigualdad. Cuando las economías se estancan, el potencial de su gente se ve limitado. Debemos actuar con decisión para ayudar a América Latina y el Caribe a romper con este ciclo», dijo Jaramillo.
No obstante, Maloney destacó que el buen manejo de la inflación ha sido un punto positivo en la región, «reflejo de décadas de reformas macroeconómicas sólidas».
«La inflación regional, excluyendo Argentina y Venezuela, se sitúa en el 3.5 %, frente al 5.7 % en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). En la mayoría de los países, las expectativas inflacionarias siguen ancladas y se espera que los bancos centrales alcancen sus objetivos en 2024», apuntó.
El economista apuntó que se debe promover una agenda que impulse el crecimiento, con acciones que mejoren los sistemas de competencia, «de lo contrario, la región quedará estancada».