El Salvador fue elegido junto con otros 15 países de América Latina y el Caribe por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno de Israel para conocer diferentes proyectos de agua potable y saneamiento desarrollados que implementa esta nación de Medio Oriente.
El BID invitó a la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), a través de su titular, Rubén Alemán, a una gira de alto impacto que involucra temas de balance hídrico, desalinización y reúso de agua. Algunas de estas estrategias ya son ejecutadas en El Salvador.
«Tuve el honor de participar en un viaje de estudio financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo [BID] y el Gobierno de Israel. Este es el tercer viaje de estudios que organiza el BID y el primero que realiza con el Gobierno de Israel a 15 países de América Latina y El Caribe, con el objetivo de conocer las buenas prácticas de innovación en materia de agua potable», indicó Rubén Alemán a «Diario El Salvador».
El funcionario detalló que, con base en estudios hechos por el BID, se ha determinado que la clave en el sector hídrico reside en el acceso al servicio eficiente del suministro, enfocado en aspectos como la micro y macromedición, la educación y la cultura. La micro y macromedición es uno de los componentes a los que la ANDA ha apostado con el préstamo de $100 millones otorgados por el BID, el cual permitirá reducir el 60 % de agua que se pierde por falta de micro y macromedición.
«Como operadores de agua potable y saneamiento en Latinoamérica, a veces carecemos de esas herramientas para la medición, lo cual es clave. Esto me afirmó que, como institución y país, vamos en el rumbo correcto, porque uno de los componentes del préstamo con el BID y el Banco Mundial es reducir el agua no facturada a través de la micro y macromedición.
Uno de los primeros pasos que dio Israel fue reducir el agua no facturada, y eso es lo que estamos haciendo en El Salvador», explicó el presidente de la ANDA. Durante la gira, el funcionario visitó la planta desalinizadora Sorek, la más grande del mundo en este rubro. Estos conocimientos contribuyen a que se sigan instalando plantas de este tipo en el país, pues ya se cuenta con la planta en Madresal, en Usulután.
«La desalinización es una opción viable para El Salvador en comunidades rurales. Tenemos el contacto con operadores en Israel que nos pueden ayudar a pasar de una pequeña o mediana a una de escala más grande», subrayó.
Otra de las áreas de aprendizaje fue sobre los protocolos para afrontar sequías extremas. «Israel es un líder mundial en este tema. Con la empresa Mekorot vamos a buscar ese acercamiento para afinar el protocolo que estamos desarrollando y estar listos ante cualquier eventualidad», enfatizó Rubén Alemán.