Desde el 17 de enero pasado, personal del Ministerio de Obras Públicas (MOP), por medio de la empresa constructora encargada del paquete II del periférico Gerardo Barrios, en San Miguel, ejecuta la fragmentación controlada de rocas, en un área de 300 metros a la redonda, donde se construye un derivador en la carretera Panamericana.
La fragmentación del manto rocoso inicia a las 3 de la tarde y dura aproximadamente dos horas, por lo que los habitantes de la colonia Milagro de Dios han tenido que ser evacuados para evitar incidentes.
De acuerdo con fuentes del MOP, la constructora contrató a una empresa experta en este tipo de actividades, y cuentan con los permisos del Ministerio de Medio Ambiente.
Asimismo, se informó que la Policía Nacional Civil y elementos de la Fuerza Armada de El Salvador participaron en el traslado y resguardo de los explosivos utilizados y en la seguridad de la zona donde se ejecuta la fragmentación.
Agentes destacados en la División de Tránsito Terrestre de la PNC son los encargados de mantener un cordón de seguridad a alrededor de 300 metros a la redonda de donde se hacen los trabajos.
Además, se encargan de orientar a los automovilistas sobre las rutas alternas que los conducen hacia San Salvador y otros municipios.
El proyecto del paquete II del periférico Gerardo Barrios consiste en la ampliación de dos a cuatro carriles desde El Obrajuelo, en el kilómetro 131.77 de la carretera Panamericana, hasta el cantón Hato Nuevo. La obra tiene una longitud total de 8.39 kilómetros; de estos, 7.6 son del tramo de apertura y más de 700 metros corresponden a la ampliación en la carretera Panamericana.
Se construye con una inversión de $43,917,777.05 y presenta un avance de 20 %, según la inspección que hizo hace unos días el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez.
El paquete II incluye la construcción del primer paso a desnivel en la zona oriental del país, con el que se busca agilizar el tránsito vehicular.