Para muchos, el momento vivido la noche del sábado, frente al escenario en el parqueo del Teatro Presidente, fue lo más cercano que estuvieron de un show de Soda Stereo, y del legado de una leyenda tan grande del rock en español, que dejó este mundo el 4 de septiembre de 2014, Gustavo Cerati. Se trató del espectáculo de Sobredosis de Soda, uno de los tributos más importantes sobre la famosa banda argentina que también conformaban los músicos Charly Alberti, baterista, y Zeta Bosio, bajista, ambos aún activos con sus propios proyectos.
En la voz y magistral forma de tocar la guitarra de Mariano Albergoli, el público pudo disfrutar de un viaje por casi todas las épocas de Soda Stereo, algunas, en especial, apuntaron a temas clásicos de los inicios del grupo nacido en Buenos Aires en 1982, entre ellos piezas como «(En) el séptimo día», «Juego de seducción», «En la ciudad de la furia», «Hombre al agua», «Disco eterno», «Picnic en el 4°B», entre otros.
Según las mismas palabras de Albergoli, en una entrevista exclusiva brindada a Diario El Salvador, el espectáculo representó un homenaje a una de las figuras de la música que elevo al rock en español a lo más alto de la industria. Fue un show para verdaderos conocedores de la obra de Soda Stereo, los que supieron disfrutar y agradecer escuchar en vivo temas como «Cuando pase el temblor», «Corazón delator», «No existes», «Zona de promesas», por mencionar algunos de los que no es común escuchar en una presentación en directo.
«Sobredosis de Soda propone jugar a imaginar un universo de cómo sería si Soda Stereo estuviera en el presente. Esto va un poco por respetar la ideología artística de Gustavo Cerati, tanto con Soda como siendo solista, que siempre fue una idea de vanguardia, que siempre renovaba su propuesta», explicó Albergoli.
Entre las luces, a través del «look», en el color de la voz y en la forma de tocar la guitarra parecía estar el espíritu de Gustavo Cerati, un objetivo bien logrado por el intérprete a cargo del homenaje que sin duda logró emocionar y arrancar los gritos de la audiencia.
Y como no podía faltar, el clímax de concierto llegó con las canciones más emblemáticas: «Un millón de años luz», «De música ligera» y «Persiana americana», las infaltables que fueron coreadas de principio a fin.
Pero Sobredosis de Soda dio un poco más y no quiso despedirse sin regalar otro par de joyas para cerrar la noche con canciones que dieron forma a un estilo inigualable de hacer rock en Latinoamérica, así, ejecutaron «Sobredosis de TV» y «Prófugos», para dejar en la noche de ese sábado el recuerdo más profundo de Gustavo Cerati y Soda Stereo.