El Siloé es un centro recreativo turístico en el que la naturaleza resalta en su mayor esplendor. Los sonidos de los pájaros y una brisa que desprende de la multitud de árboles del recinto dan una agradable bienvenida a todos los turistas que se deciden por visitar el lugar.
El lugar es un pulmón de oxígeno que resguarda la Ciudad de los Ausoles, Ahuachapán, y cuenta con diversos senderos que tienen una variedad de flores y un laberinto natural. Además, cuenta con una piscina y un espacio para practicar deportes.

Siloé es una palabra bíblica que hace referencia al estanque donde Jesucristo sanó a un ciego, de acuerdo con las Sagradas Escrituras. Entre los atractivos que destacan del lugar está la vista a la laguna El Espino, un espejo de agua que conecta con El Siloé. Allí se pueden apreciar algunas aves que con frecuencia hacen acto de presencia y luego se elevan a zonas aledañas en busca de sus alimentos en las milpas y maicilleras, que son los cultivos característicos de la zona.
Este recinto de agua tiene 34 manzanas de extensión, y en días soleados los turistas desde las cabañas que posee El Siloé pueden disfrutar de un hermoso paisaje que se complementa con un fondo, donde se observa el cerro El Chingo, que posee una elevación de 1,775 metros sobre el nivel de mar y marca la frontera entre Guatemala y El Salvador.
La entrada general es de $1 y se sitúa al final de la colonia Campestre, en Ahuachapán. Para dirigirse a este destino, deben llegar al emblemático Arco Durán, un
acceso ubicado en la carretera Panamericana, en dirección a la frontera Las Chinamas. Desde ahí hay una distancia de un kilómetro para llegar a El Siloé. Al lugar se pueden ingresar alimentos.

Esta opción turística es administrada por la alcaldía y también se pueden hacer reservaciones para celebraciones de cumpleaños, bodas y
campamentos religiosos.