El tiempo de vacunación en el megacentro del Hospital El Salvador tiene un promedio de 15 minutos, según indicó el ministro de Salud, Francisco Alabí, lo que permite avanzar a pasos agigantados en el proceso de inmunización de los salvadoreños.
«El salvadoreño no pasa más de 15 minutos para recibir su vacuna en el brazo. Es un proceso ordenado, rápido, en el que hay múltiples trabajadores de la salud orientando a quienes llegan», detalló el funcionario.
A la vez, dijo que se ha llegado, incluso, a sobrepasar la capacidad instalada al vacunar hasta 12,000 personas en una sola jornada, lo que se traduce en excelentes resultados de un trabajo anticipado que fue encomendado por el presidente de la república, Nayib Bukele, como estrategia para el manejo de la pandemia.
A la fecha, 656,687 vacunas han sido aplicadas a escala nacional, de las cuales, 632,613 corresponden a primeras dosis, y 24,074 al cumplimiento de segundas dosis, con las que igual número de personas han completado el esquema de vacunación requerido para la COVID-19.
Como parte del plan de vacunación, Alabi dijo que ya se han adquirido siete millones de vacunas contra la COVID-19, con lo que se continúa avanzando en el plan de proteger la salud de la población.
«Siete millones de dosis han sido adquiridas y ya se han entregado (en lotes) cerca de 1.4 millones. En paralelo seguimos trabajando para completar los nueve millones de dosis», sostuvo.
Anoche, el presidente de la República, Nayib Bukele, informó que ya se ha habilitado las citas de vacunación contra la COVID-19 para todas las personas mayores de 55 años en El Salvador.
Con la habilitación de este nuevo grupo etario, el país avanza en la vacunación de la población meta, ante esto el ministro de Salud dijo que, aunque el grupo de personas mayores de 60 años es pequeño, representan «la mayor morbimortalidad por la enfermedad».
En reiteradas ocasiones, el titular del Minsal ha manifestado que al cumplir con la vacunación de la fase uno [personal de primera línea] y a los adultos mayores y personas con enfermedades crónico-degenerativas, El Salvador reducirá hasta el 90 % de las muertes por la COVID-19.