Hace unas semanas, el Gobierno de España planeaba prohibir el aire acondicionado a menos de 27 grados centígrados en comercios y transportes, por lo que el martes se unió a los intentos de otros países europeos de reducir el consumo de energía ante el aumento de las temperaturas y los costes del combustible.
Se trata de un decreto publicado en el diario oficial del Estado y que entrará en vigencia la próxima semana, este ordena que el aire acondicionado en los lugares públicos se establezca a una temperatura igual o superior a 27 °C grados centígrados (alrededor de 80 grados Fahrenheit) y que las puertas de esos edificios permanezcan cerradas con el objetivo de ahorrar energía.
De acuerdo con dicho decreto, los lugares públicos a los que aplicaría son: oficinas, tiendas, bares, teatros, aeropuertos y estaciones de tren.
Cabe mencionar que este decreto también incluye mantener la calefacción a 19 grados centígrados (alrededor de 66 grados Fahrenheit) o menos en el invierno y permanecerán vigentes al menos hasta noviembre de 2023.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado públicamente que el país necesita urgentemente ahorrar energía. «Le he pedido a los ministros y a los jefes del sector público y privado que no usen corbata a menos que sea necesario», expresó durante una conferencia de prensa.