El abogado Francisco Bertrand Galindo reconoció este lunes en una entrevista radial que no se debe justificar a las familias de pandilleros detenidos durante el régimen de excepción que se han quedado desintegradas o sin ingresos económicos, pues estaban acostumbradas a vivir de dinero mal habido.
«Esos argumentos de que «pobrecita la familia del pandillero» porque vivía de la extorsión, eso me parece algo injusto con el resto de la sociedad, justificarse que esos ingresos mal habidos son una forma de vida», afirmó el jurista, quien fue ministro de Seguridad Pública en el gobierno de Francisco Flores (ARENA 1999-2004).
Varias oenegés de la oposición se lucran exponiendo el «dolor» que están pasando supuestos familiares de pandilleros que se han apostado en las afueras del penal de Izalco o del de Mariona.
Ante el cuestionamiento de que, si habrá un problema social con las familias de los pandilleros, Bertrand Galindo afirmó: «por supuesto habrá problema en esas familias, desempleo, tendrán que trabajar, probablemente habrá raterismo o alguna cosa de esas, pero no será la lógica de crimen organizado que estaba teniendo la pandilla».
Hace un par de semanas, Bertrand Galindo afirmó en una entrevista de televisión que «se quitaba el sombrero» ante el desalojo pacífico de los miles de vendedores de la calle Rubén Darío, mucho de los cuales tenían más de 30 años de obstaculizar la vía pública. El profesional reconoció que dentro de ese ambiente del mundo de las ventas informales había influencia de las pandillas y de delincuentes que se lucran con mercancía de contrabando.
Hasta la fecha, más de 36,000 pandilleros y colaboradores ha sido capturados y de acuerdo con la nueva normativa penal podrían enfrentar hasta 20 años de prisión por el solo hecho de la pertenencia a los grupos terroristas o pandillas.