El doctor Pedro Ramón Zelaya Ramos confesó ante el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador que en abril de 2019 efectuó varias «capacitaciones» para galenos en hoteles de San Salvador donde promocionaba y comercializaba productos sin registro de salud, al punto de vender reactivos químicos para calibrar equipos médicos como aceite para curar la chikungunya.
Lo anterior consta en la sentencia condenatoria dictada por el referido tribunal contra Zelaya Ramos, su hermano Carlos Mauricio y a la esposa de éste, Carolina Cabrera de Zelaya. Los imputados se sometieron a un proceso abreviado [confesar a cambio de una pena menor] por el delito de despacho o comercio indebido de medicinas y falsedad ideológica.
Los datos de la Dirección de Análisis, Técnicas de Investigación e Información (DATI) de la FGR dan cuenta que durante 2019 y 2020 iniciaron 24 casos a escala nacional por despacho o comercio indebido de medicinas. San Salvador encabezó la lista con 17 denuncias, San Miguel y La Libertad con dos respectivamente, mientras que Morazán y La Unión solo reportaron un caso cada uno.
El doctor Zelaya era el representante legal de la Droguería Darío y declaró ante el juzgador todos los hechos, las capacitaciones y ventas que realizó a médicos. La Fiscalía General de la República (FGR) comprobó que el galeno en su calidad de representante de la empresa negoció con «reactivos químicos para calibrar equipos médicos», los que vendía como medicamentos a varios galenos del país, para usar en pacientes.
En 2017, cuando fueron arrestados, la Fiscalía reveló que los aceites eran vendidos para «curar» a pacientes de la chikungunya. En esa ocasión, la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) le decomisó 198 productos médicos sin registros sanitarios, los que debieron de ser destruidos bajo sus propios costos, según lo ordenado por el juzgador.
En el juicio se estableció, además, que tanto la cuñada como el hermano del doctor, favorecieron para insertar sellos y firmas falsas, sabiendo que lo plasmado en éstas era irregular, debido a que no era medicamento aprobado por la DNM por no contar con registro sanitario, es decir, tramitaron de manera irregular el visado de estas facturas de importación para ingresar productos a su droguería y así obtener más ganancias.
El artículo 273 del Código Penal explica que incurre en este delito, «El que despachare o comerciare con medicamentos no autorizados, deteriorados o caducados o incumpliere con las exigencias técnicas relativas a su composición, estabilidad, conservación, eficacia o sustituyere unos por otros, será sancionado con prisión de uno a tres años e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión u oficio por el mismo tiempo».
En el proceso contra el doctor, su hermano y su cuñada, el Tribunal los sentenció a penas diferenciadas luego de las confesiones. A Zelaya Ramos lo condenaron a dos años de cárcel, sustituidos por 96 jornadas de trabajo de utilidad pública realizadas en un asilo de ancianos. Mientras que a su hermano Carlos Mauricio, el juez le impuso la misma cantidad de jornadas. A la esposa del médico, Cabrera de Zelaya la sancionaron con 48 jornadas, las cuales fueron trabajadas en una clínica ubicada en Santa Tecla.
CRISTIAN ES DETENIDO CON MEDICINAS DEL ISSS
Cristian Edgardo Castro Romero, de 47 años figura entre los nueve arrestados en flagrancia por ese delito durante 2019 y 2020, de acuerdo de los registros de la DATI. Su captura se realizó en la calle Franklin Roosevelt, frente a la plaza central de Soyapango. San Salvador y La Libertad son los departamentos donde se realizaron las detenciones en ese periodo.
El imputado fue detenido el 31 de agosto de 2019 por agentes de la PNC que realizaban un patrullaje en el referido sector. El reporte fiscal detalla que los Policías vieron que Castro Romero se bajó de un bus del transporte colectivo con unas bolsas en sus manos llenas de diferentes medicamentos, agrega que al percatarse de la presencia de los agentes se puso nervioso, luego le pidieron que se detuviera y procedieron a la requisa.
Castro manifestó ser vendedor informal de la zona, sin embargo, al verificar las bolsas le encontraron diferentes tipos de medicamentos, entre ellos: acetaminofén, ácido fólico, ácido salicílico [aspirinas], algunos propiedad del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y del Ministerio de Salud.