Con un corazón encendido por el fervor religioso de la época y manteniendo viva una de las tradiciones más importantes de El Salvador, miles de salvadoreños se dieron cita en diferentes puntos del país para conmemorar la «Procesión del Silencio» este Jueves Santo.
La Procesión del Silencio es una actividad con la que se conmemora la Última Cena de Jesús con los 12 apóstoles, justo antes de ser apresado por el Imperio Romano y ser llevado al proceso de su crucifixión y muerte.
Uno de los puntos del país donde esta actividad ha adquirido gran relevancia con el paso de los años es en el departamento de Sonsonate, donde se desarrolla una de las procesiones más numerosas en el territorio salvadoreño.
De igual forma, en San Salvador, el sector conocido como La Calle de la Amargura se convierte en otro punto del territorio nacional donde esta tradición adquiere gran relevancia y donde cobra un significado que muestra el fervor religioso del pueblo salvadoreño en esta época.