Este sábado 6 de agosto se cumplen 77 años del ataque nuclear que ejecutó Estados Unidos contra la ciudad japonesa de Hiroshima, el cual cobró la vida de casi 140,000 personas, siendo uno de los genocidios más crueles en la historia de la humanidad.
Un 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima la primera de dos bombas atómicas contra Japón. En la actualidad, los sobrevivientes ya tienen más de 80 años y siguen trabajando en mantener viva la historia y hacer oír su voz para evitar otra tragedia.
Cada año, Japón organiza una ceremonia para honrar la memoria de los fallecidos y para enfatizar en la necesidad de mantener los vínculos de paz y dejar de lado el uso de armas nucleares, los cuales pueden provocar muerte y destrucción a gran escala en la humanidad.
Este sábado se cumplen 77 años de esta catástrofe, por lo que Japón se vistió de sobriedad para recordar a las casi 140,000 víctimas de este ataque nuclear. Antes del amanecer, sobrevivientes y familiares se comenzaron a congregar en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima para dejar ofrendas florales y orar. Una oración silenciosa se efectuó a las 08H15 (23H15 GMT de viernes), hora en que cayó la bomba.
En la ceremonia anual, Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) citó el riesgo que plantean las crisis en Ucrania, Oriente Medio y la península coreana, al describir los horrores que vivió la ciudad japonesa.
«La humanidad está jugando con una pistola cargada. Decenas de miles de personas murieron en esta ciudad en un abrir y cerrar de ojos. Mujeres, niños y hombres fueron incinerados en un fuego infernal», comentó, recordando que los sobrevivientes «han cargado la maldición del legado radiactivo» de cáncer y otros problemas de salud.