Con un aporte del 15 % al producto interno bruto (PIB), del 20 % del empleo formal y el 18 % de los ingresos tributarios, el sector industrial salvadoreño es también uno de los que más energía eléctrica requiere para ejecutar sus diversas actividades productivas, con un 40 % de la demanda aproximadamente.
En este sentido, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) reconoció como positivo el anuncio hecho por el presidente de la república, Nayib Bukele, el pasado 19 de octubre, de que la tarifa eléctrica tendrá una reducción del 14 %, y que fue ratificado por la Asamblea Legislativa esta semana.
La noticia de la reducción fue realizada en el marco de la inauguración de la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, ubicada en San Luis de la Reina, en el departamento de San Miguel, la cual suma una inyección de 67 megavatios hora (MWh) a la matriz energética del país.
Desde el sector industrial esta reducción es tomada con optimismo, ya que, de acuerdo con el gerente de Energía de la ASI, Javier González, «el precio de la energía eléctrica es un factor importante en los procesos de producción y el hecho de que no incrementó, sino que reduzca favorece al sector industrial», y que esto también se ve reflejado en el valor que paga el consumidor final a la hora de adquirir productos o servicios.
«Para el sector industrial toda gestión que permita que el precio de la energía se mantenga estable o reduzca favorece. Sabemos que en parte de las materias primas o subprocesos de producción, la energía eléctrica es fundamental y que no incremente su precio como se había estipulado inicialmente va a permitir que el precio del producto final no suba, sino que se mantenga», reiteró.
En este punto, también señaló que la estrategia gubernamental de diversificación de la matriz energética a partir de fuentes renovables plantea importantes beneficios para el sector productivo y la población en general.
«Actualmente en El Salvador hemos producido entre 2022, y 2021, entre el 77 % y 80 % de energía renovable con generación fotovoltaica, hidroeléctrica, eólica, geotérmica, entonces dejamos de depender en ese porcentaje de proveedores internacionales», sostuvo, y resaltó que este tipo de producción ha permitido reducir las variaciones relacionadas con la dependencia de la energía térmica (de petróleo).
En consecuencia, González afirmó que se espera que la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero tenga un impacto significativo en la demanda del país «porque toda contribución de energías renovables suma a la matriz energética del país».