El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Cecilia Pineda, Jefa de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, Niñez y Adolescencia de la oficina fiscal de San Salvador asegura que los casos de violencia contra las mujeres se han mantenido en El Salvador por lo que hace un llamado a las víctimas a continuar denunciado si sufren algún tipo de violencia.
La Fiscalía General de la República cuenta con un protocolo de atención a las víctimas antes, durante y después de su proceso. La ruta de atención brinda una atención legal, psicológica, atención en trabajo social, lúdica y atención médica a todas las víctimas que sufren cualquier tipo de violencia.
«Tratamos de dar recursos emocionales para la víctima para que pueda transitar por el proceso penal y lograr al final el objetivo tan anhelado para nosotros como Fiscalía y para la víctima, que es alcanzar el acceso a la justicia para esta víctima, que estos hechos no vuelvan a repetirse y que más mujeres o niños no sean víctimas. La pretensión cuando pasan por estos equipos multidisciplinarios es dar estabilización emocional, de creación, recursos emocionales y de empoderamiento para que perfectamente la víctima sepa de que puede continuar en el proceso y que no está sola. Que tiene un fiscal que la representa que cree en ella», dice la representante fiscal.
¿Cómo podemos definir la violencia contra la mujer?
De una manera sencilla se define como toda acción u omisión que lleve una violencia basada en género. Ese tipo de acciones puede darse en el ámbito público o privado. Cuando nos referimos al ámbito privado es todo lo que tiene que ver con el entorno familiar, con su entorno cercano, y lo público, es todo lo demás, es el ámbito laboral, a nivel político, a nivel educativo, la comunidad.
¿Qué tipos de violencia contra la mujer se propician más en El Salvador?
Nuestra legislación contempla varios tipos de violencia, la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres aborda en uno de los artículos los tipos de violencia.
Está la violencia psicológica y emocional, tiene que ver con las expresiones de violencia, entre las amenazas, etcétera. También está la violencia simbólica y la violencia física que tiene que ver con las lesiones, con la agresión física pero que no pasa una esfera mucho más grave; cuando hablamos de violencia feminicida ya es la intención, el odio, el menosprecio de quitarle la vida a una mujer por razones meramente de su condición de ser mujer, esta es la violencia más grave.
También está la violencia sexual que también es como es uno de los tipos de violencia que tiene mucha más incidencia, más frecuencia en nuestro país, desde la del acoso sexual hasta la agresión sexual en menor incapaz, la violación en menor e incapaz, otras agresiones sexuales. También está la violencia patrimonial, la violencia económica.
Dentro de la escala, las más gravosas son la sexual y la feminicida. Entre las de más incidencias empezamos por la emocional y psicológica, luego a la violencia sexual y la feminicida.
¿Siguen siendo las personas más cercanas las que cometen más hechos de violencia contra mujeres?
El ciclo de violencia comúnmente viene dado en las parejas. Por la historia, si hacemos una retrospectiva hacia atrás y vemos desde cuando hay violencia basada en género vamos a encontrar la violencia basada en género desde que estaban las comunidades allá donde todavía no existía la civilización.
La violencia intrafamiliar o en el ciclo de violencia es dentro del núcleo familiar. Entonces eso viene desde la historia de la humanidad y está en este momento y por supuesto que va a seguir.
En la violencia sexual, también los índices más fuertes son en el entorno de la familia, si hacemos un análisis del tipo de agresor que nos ingresa al ente fiscal para que investiguemos ese tipo de hechos, en su gran mayoría son del entorno familiar.
Hay otro tipo de agresores que ya no es en el ámbito, se encuentran profesores, docentes. Hay bastante reporte de parte de las escuelas de acoso sexual en su mayoría. También hay médicos, vecinos que también ejercen violencia, compañeros de trabajo y de estudio con una incidencia menor.
El Salvador ha mejorado en la seguridad gracias a las estrategias como el régimen de excepción, ¿Ha beneficiado esto para reducir los casos de violencia o se clasifica como un tema totalmente aislado?
Creo que hay que separarlo, el régimen ha traído mucha seguridad al país, era una medida que se necesitaba en el sentido de que ya podemos movilizarnos a diferentes áreas, colonias o barrios donde no se podía ingresar y que ahora con mucha más seguridad podemos ingresar, hay mucha más confianza de la población y tranquilidad.
Pero con los delitos de violencia sexual y de violencia intrafamiliar la gran incidencia del tipo de agresor es meramente familiar, probablemente muchas veces de esos niñas y niños o mujeres que estaban siendo víctimas de abuso sexual y que hoy están capturados con el régimen de excepción y han dejado de ser abusados por ellos, pero esto no quiere decir que automáticamente la incidencia del delito de la violencia basada en género baje, no precisamente porque los índices que tenemos de este tipo de hechos o se han mantenido o han aumentado porque es el entorno de la familia.
Como es el entorno, en sí de la familia donde está la mayoría de estos agresores de los casos que nos ingresan, entonces si hay un porcentaje que está detenido por el régimen, pero hay un buen porcentaje que está afuera, porque no precisamente el agresor de naturaleza sexual es un pandillero, los agresores sexuales no precisamente son pandilleros.
Pero había pandilleros que forzaban relaciones con niñas o jóvenes bajo amenzas
Por supuesto que hay pandilleros que abusan sexualmente, lo que si ha bajado es el hecho de las comunidades y en las colonias donde utilizaban a niñas o a mujeres como objeto sexual de la clica, de la pandilla, que todos tenían acceso sexual a la víctima. Ese tipo de hecho se terminó, no existe.
¿Cómo apoya la Fiscalía a las mujeres víctimas de la violencia?
Como Fiscalía Adjunta de la Mujer, Niñez y Adolescencia, tenemos una unidad de atención especializada en cada oficina fiscal. Tenemos 19 unidades y cada una tiene su personal técnico de fiscales que son los que se encargan de la investigación y del ejercicio de la acción penal.
También tenemos psicólogas y trabajadores sociales, ludotecarios que también forman parte de los de los equipos multidisciplinarios.
El personal de psicología se encarga de la estabilización y del empoderamiento de nuestras víctimas, empezamos su estabilización emocional, a trabajarlas desde el inicio del caso, tantas veces sea necesario pasan por acá. La atención psicológica no solo es para la víctima, es para su grupo familiar, de la misma forma es para las personas sobrevivientes de los feminicidios.
Tratamos de dar recursos emocionales para la víctima para que pueda transitar por el proceso penal y lograr al final el objetivo tan anhelado para nosotros como Fiscalía y para la víctima que es alcanzar el acceso a la justicia para esta víctima, que estos hechos no vuelvan a repetirse y que más mujeres o niños no sean víctimas. La pretensión cuando pasan por estos equipos multidisciplinarios es dar estabilización emocional, la creación de recursos emocionales y de empoderamiento para que perfectamente la víctima sepa de que puede continuar en el proceso y que no está sola. Que tiene un fiscal que la representa, que cree en ella. Como país y como institución estamos tratando de hacer lo mejor que se pueda.
¿Qué debemos recordar en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer?
El 25 noviembre es un día conmemorativo, no es un día para celebrar, pero sí para recordar todas las luchas que hemos hecho como país, de todo lo que el país ha hecho y todos los procesos que hemos transitado para lograr el acceso a la justicia para la víctima.
Las mujeres de El Salvador deben saber que pueden acudir a la Fiscalía a denunciar, que no callen, que aquella mujer que está siendo víctima de violencia, que excusa un grito y dice “no me hizo nada más”, recordarle que así empieza la violencia, primero se empieza con un alza de voz, después del alza se tienen los golpes, vienen los arrastres y luego va gradualmente subiendo, los golpes son mucho más fuertes o luego vienen cortes con cuchillos o con armas de fuego, una estrangulación. Todo empieza por algo tan pequeñito hasta que se convierte en un nivel de violencia feminicida.
Como mujeres no debemos permitir que este tipo de hechos los callemos porque después eso lo vamos a lamentar, porque eso que callamos, eso que omitimos o que no lo dije porque a esta persona pues, le tiene cariño, pues decirle que una persona que la ame no le va a gritar, ni le va a insultar, ni le va a golpear, ni la va a matar, pero aquella persona que le empieza a gritar, a golpear entonces ya es un mal indicador y que en un momento dado pues, no va a tener el mínimo escrúpulo de acabar con su vida, así empezaron los casos de los feminicidios que tenemos.
Al no poner alto a esos pequeños hechos, ¿se está normalizando la violencia?
La violencia es algo que se puede reproducir, es algo que se puede heredar y que se puede normalizar.
Las mujeres pueden acudir al ente fiscal o a los juzgados, a la Policía a poner sus denuncias, aquí les vamos a recibir su denuncia, les vamos a dar el tratamiento que corresponda y darles su estabilización y su proceso de sanación para seguir con el proceso de investigación y lograr el acceso a la justicia para las víctimas.