Un retroceso económico de 20 años en el sector de panificadores artesanales provocó el fenómeno de las pandillas en El Salvador. Un problema desatendido por los gobiernos anteriores que lo único que provocó fue el crecimiento exponencial de estos grupos terroristas.
El dirigente de la Mesa de Panificadores Artesanales, Oswaldo Portillo, explicó que el pago de la extorsión a las pandillas los privó de innovar el gremio, mejorar las pequeñas panaderías y ofrecerles mejores condiciones económicas a sus familias.
«Para nosotros si fue un impacto duro y como le digo nos estancó veinte años, nos estancó económicamente, nos ha afectado familiarmente el tema de las pandillas», manifestó.
Portillo agregó que el accionar pandilleril les impidió industrializarse, lo que impidió mejorar los salarios de los colaboradores, entre otras cosas, «ya estuviéramos pagándoles un seguro de vida, mejorar nuestras panaderías; ya no utilizar hornos de leña, industrializarnos para poder comprar mejores equipos y poder trabajar de una forma ya más más industrializada, pues entonces ese retraso de los veinte años provocó que el sector panificador se estancara y no pudiera innovar ni poder abrirse mercado o poder expandirse en el mercado».