Un grupo de analistas señaló que los partidos de oposición están enviando el mensaje de no participar en las elecciones presidenciales como una estrategia para sondear la opinión pública, frente a los resultados de las encuestas que favorecen al presidente Nayib Bukele, quien anunció en septiembre pasado que competirá en febrero de 2024.
Francisco Lira, diputado de ARENA, dijo ayer que su partido debe enfocarse en las elecciones de alcaldes y diputados, que serán en ese mismo año, pero no en las presidenciales; la misma opinión expuso un día antes Eugenio Chicas, exsecretario de Prensa de la Presidencia del efemelenista y prófugo de la justicia Salvador Sánchez Cerén.
El consultor en temas electorales Juan Gilberto Contreras valoró que cuando «voceros no oficiales» de ARENA y el FMLN (como Lira y Chicas) sugieren que sus partidos no presentarán candidatos presidenciales solamente «están viendo la reacción de la opinión pública y de la población».
Explicó que los electores conocerán realmente hasta el otro año si ambos partidos presentarán candidatos, porque deberán celebrar sus elecciones internas para definir a los aspirantes. Las elecciones presidenciales han sido convocadas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para el 4 de febrero de 2024.
«La realidad la vamos a ver entre finales de abril e inicios de mayo del otro año, cuando llegue el tiempo dentro del calendario electoral para cuando hagan sus convocatorias a elecciones. Ahora, ellos quieren deslegitimar el proceso diciendo que no van a participar, pero eso es algo que se podría decir que es imposible que suceda», valoró el consultor electoral.
Para el analista Mauricio Rodríguez, ambos partidos «ya hicieron sus pulsos electorales» y han entendido que «ellos salen prácticamente marginados del tinglado político si se someten a un proceso eleccionario, porque no tienen candidato en este momento».
La otra lectura que hizo Rodríguez es que ARENA y el FMLN podrían intentar no poner candidato presidencial para no legitimar la reelección del presidente Nayib Bukele, quien el 15 de septiembre pasado anunció públicamente su interés por competir en 2024.
Para la abogada y analista Tahnya Pastor, los dos partidos tradicionales tratan de «matar dos pájaros de un tiro», en el sentido de que «no tienen candidato y lo van a camuflar deslegitimando la resolución de la Sala [de lo Constitucional sobre la reelección presidencial]».
En septiembre de 2022, dicha sala resolvió que no hay inconstitucionalidad en la reelección presidencial inmediata, y esa resolución habilitó legalmente al presidente Bukele para que compita por el cargo para el quinquenio 2024-2029.
Recientemente, el analista y docente universitario Dagoberto Gutiérrez señaló que la oposición política «no tiene miedo de la reelección, [sino que] tiene miedo de que Nayib Bukele vuelva a ganar» las presidenciales, porque goza de amplio respaldo.
Según la última encuesta de CID Gallup, publicada el mes pasado, solo tres de cada 10 salvadoreños simpatizan actualmente con el partido ARENA y solo dos de cada 10 con el FMLN. Ambos institutos políticos tienen a miembros y exfuncionarios investigados por actos de corrupción que cometieron en los 30 años que gobernaron el país.