El pasado 16 de enero cumplimos 29 años desde que se firmaron los Acuerdos de Paz, y se dio una serie de comentarios y declaraciones en torno a ello. El presidente Nayib Bukele instó al pueblo salvadoreño a tener una verdadera memoria histórica para construir la paz que se prometió en 1992 con la firma de los acuerdos en Chapultepec, México.
Puntualiza cómo en los últimos 30 años aumentó la pobreza, la exclusión y la corrupción de los recursos del Estado. El mandatario salvadoreño sostiene que se debe tener respeto por la memoria histórica, pero no aprovecharse del dolor de las víctimas, como lo han hecho ARENA y el FMLN.
Me quiero referir a ello, no enfocarme en el acuerdo como tal, sino lo que originó esa fatídica guerra. Siempre ARENA y el FMLN lo han venido conmemorando año con año, sin enmendar las causas estructurales que lo originaron.
Los diferentes gobiernos militares represivos que se tuvieron en el pasado en nuestro país, bajo la tutela de la doctrina de seguridad nacional que representó la política exterior de EE. UU. en aquella época para frenar la ideología comunista en América Latina, fueron determinantes para el origen de la guerra, junto a la exclusión social, desigualdad, el autoritarismo y la explotación de personas pudientes de esa época en nuestro país.
Evidentemente cada grupo empezó a azuzar a conveniencia, el FMLN y su nefasta ideología comunista, y los gobiernos de turno, que solamente les interesaba enriquecerse y favorecer a los grupos de poder económico, y al pueblo salvadoreño lo veían siempre con una óptica utilitarista para mantenerse gobernando y lucrarse de ellos.
Es comprensible que el presidente Nayib Bukele decrete que a partir de este año se conmemorará a las víctimas; esto debido a la hipocresía política de ARENA y el FMLN de haberse aprovechado de la sangre de muchos salvadoreños. No ha existido una coherencia en el discurso político cuando ellos fueron gobierno, debido a que se dedicaron a desfalcar al Estado y no a crear políticas sociales para cohesionar a una sociedad escindida desde hace tiempo.
El actual gobierno está realizando diferentes políticas sociales de las que a mediano y largo plazo podremos percibir buenos resultados; la dignificación del sistema sanitario es aplaudible, la mejoría considerable en seguridad pública, invirtiendo también en los proyectos CUBO a través de tejido social, los cuales traerán beneficios de prevención social de la violencia de grandes dimensiones. A los gobiernos pasados nunca les interesó invertir en la juventud, y eso derivó en el fortalecimiento de los grupos pandilleriles.
Por ello el presidente Bukele hace referencia a ese pacto hipócrita, debido a que esa inversión social que tanto ha necesitado El Salvador para tener un desarrollo sostenible en el tiempo nunca llegó en gobiernos de ARENA y del FMLN. Hubo momentos en que incluso se robaron la ayuda internacional, cuando tuvimos los terremotos de 2001; un presidente de ARENA condenado por corrupción; Mauricio Funes prófugo de la justicia también por corrupto, y aún así la oposición se indigna por la crítica del presidente Bukele a su unión política perversa para entrampar al gobierno actual.
La historia está poniendo donde se merecen al FMLN y a ARENA, y su lugar definitivamente es desaparecer políticamente. Esa será la verdadera paz que nuestro país necesita.