El Banco Mundial anunció que El Salvador dejaba la categoría de países de ingreso mediano bajo a país de ingreso mediano alto, gracias a que el ingreso nacional bruto (INB) creció, una muestra de la tendencia positiva de la economía nacional durante el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Este organismo multilateral organiza las economías del mundo en cuatro grupos de ingresos: bajo, mediano bajo, mediano alto y alto. Cada año se actualizan las clasificaciones para reflejar el comportamiento económico de las naciones, y, en este año, El Salvador subió de categoría gracias al crecimiento del producto interno bruto (PIB), que devino en mayores ingresos para el país. El Banco Mundial, además, toma en cuenta la inflación, los tipos de cambio y el crecimiento demográfico.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), El Salvador mostró, durante el año pasado, crecimiento en 17 de las 19 actividades económicas, lo que significa que el impulso económico positivo estuvo presente en el 89 % de la economía nacional.
A esto se suma que El Salvador también registró la menor tasa de inflación en toda la región centroamericana, con el 7.3 % en 2022, pero que para junio de este año ya se ubicaba en 3.78 %, gracias en gran parte a las 11 medidas antiinflación impulsadas por el Gobierno del presidente Bukele desde la pandemia de la COVID-19, como una forma de evitar que la tendencia mundial golpeara a los salvadoreños.
Este reconocimiento realizado por el Banco Mundial al excelente manejo económico del Gobierno del presidente Bukele se suma la creciente ola de admiración hacia el gobernante por la manera en que convirtió a la capital del crimen y el asesinato en uno de los países más seguros del mundo.
Gracias al éxito del Plan Control Territorial y al régimen de excepción, el país ha podido enviar a prisión a más de 71,000 integrantes y colaboradores de pandillas, lo que ha mejorado sustancialmente la seguridad en el país, reflejándose en el mejor desempeño económico y social y en la convivencia ciudadana.
Aun así, el «lobby» de la oposición con organizaciones internacionales insiste en atacar al Gobierno por no dar tratos preferenciales a los delincuentes, acusando de que El Salvador vive sometido a una represión sin control y bajo un régimen de terror.
Los salvadoreños, en cambio, saben que toda esa propaganda es falsa, pues los resultados están a la vista, con mejoría en la economía y en la calidad de vida de los ciudadanos.