Después del amor de Dios, el amor más grande que un ser humano puede experimentar es el amor de una madre. Ella es sacrificio, entrega y perdón; se podrán dar tantas características de una madre, sin embargo, su profundo amor es el más grande que un ser humano puede tener. Las madres tienen un doble reto en la sociedad, ya que no solo cumplen con su deber en el hogar, sino que tienen que trabajar para sacar adelante a su familia, a sus hijos especialmente. El dar a luz a un nuevo ser es el milagro más grande que toda mujer puede experimentar; las madres no escatiman en dar su amor incondicional y sin límites a sus hijos; para ellas no hay descanso, desde que dan a luz no renuncian a su vocación y misión de vida, pueden estar muy fatigadas y sufrientes, pero siempre con inmenso amor para dar lo mejor a sus hijos. Dan la vida por ellos, a pesar de que muchos son ingratos y las dejan a la deriva o en el olvido; sin embargo, siempre serán amadas y recompensadas por Dios por su gran amor fraternal. Desde los primeros meses y años de vida de un niño, la madre es el pilar más importante, desde la alimentación hasta los cuidados higiénicos, ya que la principal virtud de una madre es la paciencia. Ella muestra interés por los intereses de sus hijos.
Mamá Lilian es mi madre, procreó cinco hijos y nos enseñó desde muy pequeños a enfrentarnos a cualquier reto y desafío. Es una mujer guerrera, muy trabajadora, dedicada toda su vida al negocio farmacéutico. Sacó adelante a todos sus hijos y dio la formación y preparación correspondientes para enfrentarnos a la vida. Hoy, rodeada de sus hijos y nietos, se siente muy satisfecha de haber cumplido su labor de madre y abuela. Siempre fue para nosotros un ejemplo a seguir, siendo su mejor obra enseñarnos el camino de la salvación, fue una servidora cristiana por muchos años, fiel a Cristo y a su iglesia.
En Génesis 3:16 dice: «A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces y con dolor darás a luz los hijos…». Es decir, ser madre es doloroso desde el principio y durante toda su vida. Ellas batallan para dar todo lo que necesitan sus hijos, es doloroso para una madre ver a sus hijos enfermos, algunas renuncian a sus proyectos de vida, a una profesión, estudios, a trabajar para cumplir la tarea de ser madre, ya no piensan en sus proyectos de vida, están más preocupadas en cómo será la vida de sus hijos. La madre es un ser espectacular, es la persona que está más cerca para acompañarnos a través de toda la trayectoria de vida, es la que nos cuenta cómo es la vida, la que nos traduce el mundo, la que nos va armando y organizando los recuerdos que tenemos desde la infancia. Ellas saben comunicarse con sus hijos, siempre destacan lo bueno, saben darle la importancia necesaria a cada cosa, son capaces de armonizar la vida, rompen paradigmas y demuestran todo empeño para lograr los sueños de sus hijos, se levantan temprano, cocinan, llevan a sus niños a la escuela y asisten a toda reunión y evento en los que sus hijos participan. Ellas saben asumir riesgos y manejan bien sus emociones.
Todas las culturas han experimentado admiración, respeto y veneración a la madre, que es la forma en que la vida se prolonga tanto en el mundo natural como en la sociedad. El Día de las Madres es un día muy especial, se celebra en todo el mundo, aunque en diferentes fechas, pero no hay nada que inspire más ternura, más cariño, que una madre, y gracias a ellas das forma también a tu corazón y alma. Por eso ser madre es un privilegio y una gran responsabilidad. El amor de una madre refleja el amor de Dios, son mujeres valientes y su trabajo nunca termina.
En este mes dedicado a nuestras madres en El Salvador, les damos un enorme abrazo y les dedicamos esta publicación, en honor de esas mujeres valientes y abnegadas que han tenido el privilegio de ser madres.