25 de noviembre de 2016. El mundo se conmocionaba con la muerte de Fidel Castro, máximo dirigente cubano y protagonista de una de las revoluciones que cambió la historia de América Latina. Con su muerte, Cuba veía fallecer al líder que dirigió al país por más de cinco décadas, en las que se posicionó como uno de los principales líderes de la izquierda revolucionaria.
25 de noviembre de 2020. El mundo se conmociona con la muerte de Diego Armando Maradona, máximo ídolo del fútbol en Argentina y considerado, junto a Pelé, como uno de los dos mejores futbolistas de toda la historia. Su muerte ha provocado tristeza y congoja en el fútbol internacional y significa la partida de uno de los deportistas más emblemáticos de todos los tiempos.
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Parece historia, pero quedará como anécdota. Diego Maradona ha fallecido exactamente cuatro años después que lo hiciera uno de quienes él mismo describió como sus grandes amigos: Fidel Castro.
El Ministerio de Relaciones de Cuba no ha perdido tiempo en remarcarlo y, desde su cuenta de Twitter, ha señalado el curioso caso de dos amigos que fallecieron el mismo día, pero de diferente año. «La historia ha querido que partan el mismo día», publicó Cancillería de Cuba, remarcando una frase de Maradona sobre Castro.
«Para mí, (Fidel Castro) fue como un segundo padre, porque me aconsejó, me abrió las puertas de Cuba cuando en Argentina había clínicas que me las cerraban. Fidel me abrió su corazón». Esas fueron las palabras de Maradona que Cancillería de Cuba destacó en su publicación.
Maradona y Fidel Castro compartían amistad desde 1987 aproximadamente. El argentino, quien siempre proclamó ser un admirador de Ernesto «Ché» Guevara, siempre consideró a Castro como un líder político ejemplar y siempre se refirió a la amistad que les unía.
A principios de la década de los 2000, cuando los problemas de adicción a las drogas de Maradona se complicaron y atentaron con su salud, Castro abrió las puertas de su país para invitarle a pasar su proceso de rehabilitación y recuperación física y emocional. Este fue el punto más concreto que evidenció la profunda amistad entre ambas figuras.