El Salvador registra datos históricos en el turismo, ya sean visitantes extranjeros o nacionales movilizándose dentro del territorio. En los primeros dos meses de 2023, al país llegaron 481,000 turistas, lo que equivale a un crecimiento del 43 % con respecto al mismo período del año pasado.
De acuerdo con el Ministerio de Turismo, este volumen de visitantes ha sido muy positivo para el país, puesto que ha significado la generación de 350,000 empleos directos e indirectos hasta la fecha. Los datos están respaldados, además, por las nuevas fichas de trabajadores enrolados al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), que informó sobre un crecimiento del 11 % hasta diciembre del año pasado, en tanto que, para el mismo período, hubo un crecimiento de 9 % de nuevos patronos.
Este último punto significa que las micro, pequeñas y medianas empresas turísticas se están formalizando, lo que fortalece la economía nacional, aumenta los ingresos del Estado y mejora las condiciones laborales en el sector, porque ahora los empleados tienen cobertura médica y de salud, además de cotizar para su jubilación.
Y el movimiento en el rubro turístico es en diversas áreas. El Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU) reporta que entre enero y febrero de este año los parques recreativos que administra y los adscritos al Ministerio de Cultura y a la Corporación Salvadoreña de Turismo han tenido 1.6 millones de visitantes. En todo el año pasado, los parques y otros sitios nacionales recibieron un total de 6.5 millones de turistas, por lo que este año proyecta tener una cantidad superior.
Hay un dato muy revelador: este año se espera tener un crecimiento del 15 % en la llegada de turistas desde el exterior, llegando a 2.7 millones de visitas.
Sin duda, El Salvador está atrayendo a más personas en el extranjero no solo por las maravillas naturales, las olas de primer nivel o sitios de interés histórico, sino también porque ahora, a diferencia de años pasados, hay un alto nivel de seguridad.
Las políticas implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele han transformado de manera extraordinaria la calidad de vida de los salvadoreños. Con más de 64,000 miembros y colaboradores de las pandillas tras las rejas, las calles de todos los municipios son más seguras. Los homicidios y otros delitos violentos han disminuido de forma brutal y ahora cualquiera se puede pasear a medianoche en el Centro Histórico de San Salvador, una acción imposible hace apenas unos años.