De cada 10 llamadas o denuncias que recibe la Unidad de Protección Animal de la alcaldía de San Miguel, cuatro son para solicitar la disposición final de animales de compañía que han fallecido en la vía pública sin que alguna persona se haga responsable.
«Los animales que mueren en el interior de sus casas o de alguna propiedad se da el caso que la población está llamando a la unidad para que nosotros lleguemos y retiremos al animal de compañía. Bien pueden reportar un animal muerto para nosotros realizar la inspección, pero no para retirar el animal», aclaró Osiris Celina Méndez, colaboradora de la Unidad de Protección de Animales de Compañía de la alcaldía migueleña.
La ley de bienestar animal, en el artículo 10 literal (i), indica que una de las obligaciones de los responsables de animales de compañía es hacer la adecuada disposición final en caso de muerte.
De no cumplir con una disposición final adecuada del cadáver de los animales de compañía o animales silvestre, el responsable enfrentará una sanción muy grave entre los siete y los 10 salarios mínimos.
«Debe hacerlo, ya sea en su casa, si tiene el espacio y excavar un orificio de dos metros para sepultarlo, o en una zona que no sea transitada o que no esté cerca de quebradas o ríos donde genere posteriormente contaminación. No necesariamente deben llamar a la unidad para retirar el cadáver», aclaró Méndez.
La colaboradora de la Unidad de Protección de Animales de Compañía dijo que han solicitado la información respectiva para estudiar la posibilidad de que en un futuro en el municipio haya un cementerio para animales de compañía; sin embargo, es una posibilidad que aún está en discusión.