Un niño de 10 años, originario de Honduras, falleció ahogado al intentar cruzar el río Bravo junto a su madre de 26 años. La mujer se encuentra en estado crítico, compartió el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez.
El hecho ocurrió el 13 de septiembre cerca de ShelbyPark, en Eagle Pass. Soldados de la Unidad Marina Táctica (TMU, en inglés), del Departamento de Seguridad, localizó a la progenitora y al menor de edad y los auxilió con reanimación cardiopulmonar hasta que llegaron los médicos. Ambos fueron trasladados a un hospital local y el niño fue declarado muerto.
La Cancillería hondureña no se ha pronunciado respecto a este caso. Sin embargo, medios locales identifican a las víctimas como Ramón y Yesenia Pérez. La madre trabajaba cortando café en Honduras y decidió emigrar junto a su hijo, pues sufrían violencia doméstica, señala una publicación del medio «La Prensa».
A principios de agosto, dos cadáveres fueron hallados cerca de las boyas instaladas por el gobierno de Texas en julio. El muro flotante se extienden unos 305 metros en el río Bravo, lo que equivale a tres campos de fútbol. Esta estrategia pertenece a la operación migratoria «Lone Star».
El 6 de septiembre, un juez federal ordenó al gobierno remover las boyas; sin embargo, un día después un tribunal federal de apelaciones suspendió esa disposición. La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos permitió a Texas mantener las boyas.