Uno de los mejores parámetros para conocer la salud de la economía nacional es revisar las nuevas inscripciones al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), pues revela, de forma fehaciente, que un ciudadano que no tenía empleo ha efectuado el trámite de incorporación para acceder a los beneficios que la entidad garantiza para los trabajadores.
En otras palabras, se trata de una persona que no formaba parte de una empresa. Bien podría ser que tuviera un empleo de sobrevivencia, o que trabajara por cuenta propia, o que no tuviera trabajo. El hecho de que se inscriba en el Seguro Social significa que ahora forma parte de la economía formal: tiene un patrono que no solo le pagará el salario, sino que también dará su aporte para que reciba atención médica en el Seguro Social y también dará su parte para el ahorro del sistema de pensiones.
Un nuevo empleo, por otra parte, muestra la robustez de una empresa que ha logrado crecer y necesita a más trabajadores para cumplir la demanda de productos o servicios que ofrece. Solo cuando una empresa crece busca a más colaboradores para satisfacer lo que sus clientes solicitan.
Además, una empresa se expande cuando hay condiciones económicas favorables. Es decir, solo cuando la economía nacional, en su conjunto, crece, las empresas también se expanden y amplían sus operaciones. Por el contrario, como sucedió en los gobiernos de ARENA y del FMLN, si había incertidumbre jurídica o política o la inseguridad era tan grande que salir a la calle era exponerse directamente a la muerte, entonces las empresas se contraen, los inversionistas protegen su capital y prefieren marcharse, contrayendo la economía.
Gracias a la estabilidad política lograda con el Gobierno del presidente Nayib Bukele y los altos niveles de seguridad alcanzados con su Plan Control Territorial y el régimen de excepción, El Salvador ahora tiene un panorama positivo.
El ISSS ha reportado que entre enero y febrero de este año se han inscrito cerca de 20,000 nuevos trabajadores, de los cuales el 88 % corresponde al sector privado. Las cifras son muy similares a las de los primeros dos meses de 2022, lo que refleja el sostenido crecimiento de la economía nacional.
De este modo, las exitosas políticas de Gobierno han beneficiado a las empresas salvadoreñas y, con ello, a las familias, que garantizan sus ingresos, además de que ahora viven con seguridad y sin violencia.
Es así como la seguridad sí alimenta a los hogares, pues garantiza la estabilidad económica y la vida de los ciudadanos.