Como parte del cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional, el cual brinda las pautas de organización en caso de que surja una enfermedad o ingrese un viajero con una enfermedad de interés epidemiológico al territorio, El Salvador tiene activas 12 Oficinas Sanitarias Internacionales (OSI) en igual número de puntos fronterizos.
«Se crearon debido a una necesidad en vista de la cantidad de viajeros que entraban y salían a través de las diferentes fronteras marítimas, terrestres o aéreas. Esto llevó a visualizar en los diferentes organismos de salud a nivel mundial la necesidad de crear un reglamento que permitiera identificar y tener un manejo adecuado en caso que surgiera una enfermedad de interés epidemiológico como en el caso de la COVID-19, sarampión, cólera, ébola, cólera que son enfermedades que han generado pandemia», explicó la médico epidemióloga de Fosalud y Coordinadora de OSI, Jackie Alvarado.
De acuerdo con la Dra. Alvarado, la función de las OSI es ejercer la vigilancia sanitaria, la atención a los viajeros y acciones de saneamiento ambiental, en puertos, aeropuertos, y fronteras terrestres, para evitar la propagación de enfermedades. Esto incluye también detección de eventos químicos, radiológicos y ambientales.
A escala nacional, el personal de Fosalud está destacado en las 12 OSI habilitadas, de las cuales dos son portuarias (Acajutla, en Sonsonate, y Cutuco, en La Unión), dos aéreas ubicadas en el Aeropuerto Internacional de El Salvador y en el de Ilopango. El resto están ubicadas en cada una de las fronteras terrestres Hachadura, Chinamas, San Cristóbal; Anguiatú, El Poy, Amatillo; y los pasos fronterizos Puente Integración, en Cabañas y Paso El Mono, en Morazán.
«Las últimas dos se crearon a raíz de la pandemia COVID-19 en el 2020 que son OSI Puente Integración en el municipio de Victoria, Cabañas, y OSI Paso El Mono, en Perquín, Morazán. Estas se crearon porque eran dos lugares de puntos ciego, y se vio la necesidad de vigilar y controlar el flujo de personas», indicó Alvarado.
En caso de la identificación de una persona con sintomatología que genere alerta epidemiológica, se activa un protocolo de intervención para prevenir cualquier afectación en la salud pública del país.
Cada OSI está compuesta por personal médico y de enfermería que se encarga de verificar que los viajeros no padezcan enfermedades que representen riesgos para la población y, en caso de padecerlas, se ejecutan las acciones pertinentes.
«Previo a la pandemia, cada 10 personas se chequeaban y se investigaban, pero a raíz de la pandemia se está haciendo al 100 % de todos los viajeros que entran al país. La forma de actuar ante la evidencia de un caso difiere, en primer lugar, del tipo de oficina sanitaria, porque las terrestres tienen un protocolo diferente a la de los puertos y aéreas», indicó la coordinadora de las OSI.
Explicó que, si un viajero es identificado con fiebre en una frontera terrestre, el médico lo entrevista para identificar si proviene de un país donde se haya emitido alerta por una enfermedad.
«Si nosotros como médicos consideramos que es un riesgo para la población, se manda a aislamiento y se notifica a los diferentes niveles de atención. Si nosotros identificamos que la fiebre no se debe a una enfermedad de interés epidemiológico, se le permite el paso», enfatizó la Dra. Alvarado.