A penas de 60 y 120 años, fueron condenados siete pandilleros de la Mara Salvatrucha por cuatro delitos cometidos en Santa Tecla, departamento de La Libertad.
En la vista pública, la Fiscalía General de la República probó ante el Tribunal Quinto contra el Crimen Organizado de San Salvador, que uno de los hechos consumados por los terroristas fue un cuádruple homicidio ocurrido en junio de 2018 en el cantón Pajales, del municipio de Santa Tecla.
La condena mayor de 120 años fue impuesta a Julio César Guzmán Ramírez y Jaime Ernesto Pérez Cortez. Mientras que los mareros que recibieron 60 años de prisión son: Valentín Castro Cruz, Ignición Hernández, Ricardo Antonio Deras, Manuel Antonio Quintanilla Hernández y Luis Francisco Martínez Barrientos.
Según las investigaciones que hizo el ministerio público, el grupo de pandilleros llegó asesinar a las víctimas identificadas como: Rigoberto López Alvarenga y su hermana Ana Vilma, así como los hermanos Carlos Daniel y Carlos Alberto, ambos de apellidos Ramírez López.
Testigos dijeron que cuando estaban departiendo llegaron los pandilleros encapuchados y vestidos de negro para privar de libertad a las víctimas y luego asesinarlos.
Luego de las pesquisas fueron detenidos en abril de 2021, en un operativo que dirigieron fiscales con la colaboración de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
En la vista pública fueron acusados de homicidio agravado, intento de homicidio, proposición y conspiración en el delito de homicidio tentado y agrupaciones ilícitas.
En el juicio el tribunal condenó a los pandilleros por haber intentado asesinar a las víctimas con claves «Mercurio» y «Génesis», por cada una de ellas les impusieron 10 años de prisión.
El juez uno del tribunal determinó que todas las pruebas que le presentaron fueron vinculantes y no dejó ninguna duda sobre la participación que los terroristas tuvieron.
Por el múltiple crimen otros cinco pandilleros de la misma estructura ya habían sido condenados por el mismo tribunal especializado. Recibieron condenas de 40 y 70 años. Los mareros purgarán la condena en diferentes centros penales del país donde han estado detenidos desde que la Fiscalía les giró las órdenes de captura.