El papa fue vacunado «en un sector del atrio del Aula Pablo VI acondicionado especialmente» para la aplicación de las vacunas, aseguraron el diario argentino La Nación y la revista jesuita American Jesuit Review America.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó por su parte el inicio de la campaña de vacunación para los cerca de 5,000 residentes y empleados del Vaticano. El pontífice «recibió la vacuna de Pfizer y BioNTech y fue uno los primeros en ser inoculado», precisó el diario argentino.
Francisco recibió la primera dosis de la vacuna y en tres semanas, recibirá la segunda, como previsto para el covid-19. Ninguna foto ha sido distribuida hasta ahora. Varios prelados, obispos y cardenales, han contraído el virus en los últimos meses, entre ellos el cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, quien observa un periodo de aislamiento tras haber dado positivo a la prueba de covid.
El médico personal del papa por cinco años, Fabrizio Soccorsi, murió el sábado a la edad de 78 años tras «complicaciones por el covid-19» cuando estaba «hospitalizado por una patología cancerosa».
Francisco canceló todos sus viajes al exterior desde el inicio de la pandemia en marzo del 2020 y puso en duda la celebración de su visita a Irak, prevista del 5 al 8 de marzo próximos.
El papa emérito Benedicto XVI, de 93 años, quien reside retirado en un monasterio dentro del Vaticano, también figura entre los primeros vacunados, según confirmó su secretario privado, el arzobispo Georg Gänswein.
Durante una entrevista televisiva difundida el pasado sábado, el papa Francisco ya había anunció que se vacunará contra la COVID-19 esta semana, además denunció el «negacionismo suicida» de los que se oponen a dicha dosis contra la pandemia.
«La semana que viene empezaremos a hacerlo (vacunarse), ya tengo mi cita», dijo al medio de comunicación Canale 5. «Hay que hacerlo», insistió el pontífice argentino, para quien «hay un negacionismo suicida que no consigo explicar».
Asimismo, el papa Francisco recalcó «que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros», dijo el pontífice quien también recordó que «cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomielitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna (…) Cuando llegó la vacuna la daban con azúcar».
Casi 90 millones de casos de COVID-19, 49.5 millones de personas recuperadas y 1.92 millones de muertes se registran a escala mundial.