Todos los conductores tienen un apego especial y aman a ese vehículo «viejito» en el que tantas aventuras se han vivido y tantos kilómetros de vida se han recorrido. Muchas veces, ese vehículo se vuelve hasta parte de la familia, al punto de que muchas lo conservan y tratan de mantenerlo en las mejores condiciones.
Pero, ¿cómo se puede lograr un mantenimiento adecuado de un vehículo «viejito»? Para hablar sobre ello conversamos con Ricardo Rivera, gerente de Almacén de Super Repuestos, quien señaló lo importante que suele volverse ese primer vehículo de cada conductor, al punto de que toma parte de la vida de quienes tantas experiencias han vivido en él.
«Para muchos, conservar el primer carro es un privilegio y tenerlo funcional es algo bien importante porque ahí se refleja el cariño que se le tiene al carro. Un vehículo “viejito” podemos entenderlo, coloquialmente, como un vehículo de los 90 o 2000. Ya de los 89 para atrás se maneja el concepto de “vintage”, pero esos ya son más como un artículo de exhibición», aseguró.
«El mantenimiento de un vehículo viejito tiene que ser más minucioso que el de un carro actual. Hay muchos mecanismos que han cambiado. De entrada, muchos vehículos viejitos eran de transmisiones manuales y, hoy, la gran mayoría son automáticas y automáticas inteligentes. Esto también se traslada a otros componentes como los vidrios o el sistema de suspensión. Ahora se busca mayor confort o comodidad», comentó.
«En cuanto al mantenimiento, depende mucho de todo lo preventivo. Esto se vuelve mucho más importante al tener en cuenta tres cosas: mantener el vehículo con su lubricación adecuada, como el cambio de aceite en tres meses o 5,000 kilómetros; lo segundo es mantener el sistema de suspensión en óptimas condiciones, para mantener al vehículo caminando y con vida. Finalmente, se debe evitar el deterioro por descuido. La carrocería necesita limpieza, el sistema de las llantas y el sistema de enfriamiento o refrigeración», añadió.
Rivera enfatizó en que todos estos cuidados pueden «prolongar la vida otros 10 años más al vehículo y, quien quita, heredarlo a nuestros hijos, entregándoselos funcionando y bonito, incluso hasta convirtiéndose en un carro de colección».