Grupos de policías y militares hicieron requisas hoy miércoles en la cárcel más grande de Ecuador, ubicada en la ciudad de Guayaquil (suroeste), dos días después de un enfrentamiento entre grupos de delincuencia organizada que dejó dos reos heridos.
«Personal militar y policial realizan el registro de control de armas, municiones, explosivos y objetos prohibidos al interior de este centro (la Penitenciaria del Litoral)», escribió el presidente del país, Guillermo Lasso, en su cuenta en la red social X.
Agregó que los controles seguirán «hasta el último día de Gobierno como un mecanismo de enfrentar la corrupción del sistema y desarmar a las organizaciones criminales que operan dentro de los centros».
En los últimos tres meses, efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional han intervenido de manera regular en las cárceles del país en el marco del estado excepción decretado por el Gobierno en todo el sistema penitenciario tras una masacre el pasado 22 de julio en la Penitenciaría del Litoral que terminó con 31 reos muertos.
Bajo el estado de excepción, la fuerza pública está incursionando en las prisiones para hacer requisas de armas y objetos prohibidos en coordinación con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), que controla los penales.
Las Fuerzas Armadas indicaron en su cuenta en la red social X que la incursión de este miércoles apunta a «mantener el orden y la seguridad en el centro carcelario».
Se trata de una nueva incursión en este penal, que alberga a unos 5,600 reclusos, después de una jornada de enfrentamientos iniciada la tarde del pasado 6 de noviembre entre grupos de delincuencia organizada.
El SNAI informó que el suceso dejó dos reos heridos y que la situación fue «neutralizada».
La Penitenciaría del Litoral ha sido escenario de constantes enfrentamientos entre bandas rivales ligadas al narcotráfico, los cuales se han producido en el contexto de una crisis carcelaria desatada desde febrero de 2021 y que ha dejado más de 400 presos asesinados, según las estadísticas oficiales.