El Gobierno mandó a la Asamblea Legislativa la nueva Ley de Fomento a la Innovación y Manufactura Tecnológica para garantizar que las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas tengan los incentivos necesarios para la prestación de servicios o fabricación de productos tecnológicos. Pero no solo eso, también incluye a todos los emprendedores que tengan una buena idea y logren el capital necesario para echarlo a andar.
De acuerdo con la ley aprobada la noche del martes en la Asamblea Legislativa, las empresas que se dediquen a estos rubros quedarán exentas del pago de impuestos por los próximos 15 años (renta y gravámenes municipales, además de los impuestos a las ganancias de capital, de importación y transferencia de bienes inmuebles). De esta forma, la nueva normativa generará desarrollo e impulsará el crecimiento económico del país, ya que promoverá la creación de empleos para jóvenes.
Las nuevas empresas que surjan tendrán el apoyo del Ministerio de Economía, el cual ya diseñó una estrategia para apoyar a estos emprendimientos tecnológicos para que se posicionen en el extranjero.
Gracias a esta iniciativa del Gobierno del presidente Nayib Bukele, El Salvador se posiciona como un referente en innovación y tecnología en la región, lo que se reflejará en aumento de la fuerza laboral capacitada, fortalecimiento de las cadenas de suministro para el desarrollo de la industria tecnológica y la dinamización de la economía.
En una muestra de su trabajo en conjunto, ARENA, el FMLN y sus partidos satélites se dedicaron a atacar la nueva iniciativa utilizando argumentos obsoletos que no tienen en cuenta las nuevas dinámicas tecnológicas que promueven que los individuos con buenas propuestas tengan acceso a financiamiento e incentivos fiscales, y no solo grandes empresas, como fue el denominador común en los gobiernos de estos dos partidos aliados.
Ya pasó el tiempo de que las grandes empresas imponían su influencia en el país, logrando exenciones «ad hoc» de impuestos y designaciones a dedo de proyectos gubernamentales. Quedó demostrado el martes en la Asamblea Legislativa, cuando decenas de creadores de contenido o youtuberos cubrieron la sesión plenaria, permitiendo que el derecho de la información sea algo más democrático, no un privilegio de grandes empresas mediáticas, acostumbradas a presionar gobiernos, pero que ahora, en la administración del presidente Bukele, han tenido que someterse al verdadero marco legal.
La nueva ley permitirá que jóvenes tengan una oportunidad laboral acorde a los nuevos tiempos y potenciará las grandes ideas para que puedan brillar con todo su potencial.