El presidente Nayib Bukele destacó recientemente en redes sociales que una de las grandes necesidades que encontró cuando asumió el Gobierno de El Salvador era «la insuficiente, precaria, obsoleta y destruida red vial», encontrada así después de décadas de abandono durante las administraciones de ARENA y del FMLN.
En estos primeros cuatro años de gestión, las obras realizadas por el Gobierno del presidente Bukele abarcan todo el país, desde el periférico Gerardo Barrios, en San Miguel —que incluye el primer paso a desnivel construido en la zona oriental (sí, el primero en la historia del país, revelando, de ese modo, el nivel de desprecio que los socios de ARENA-FMLN tenían por una de las áreas más pujantes de El Salvador)—, pasando por la construcción de carreteras y otras obras de infraestructura en la zona occidental, como el paso a desnivel en Unicaes (Santa Ana) y la reconstrucción de las vías en El Coco (Santa Ana) y la calle a Las Chinamas, así como el puente Arce y la calle a Tacuba (todos en Ahuachapán), hasta la construcción de los megapasos a desnivel Utila, en Santa Tecla; en Sacacoyo, La Libertad; San Luis Talpa, La Paz, e Integración, Apopa.
Y no solo se trata de hacer carreteras y abrir caminos sin tener un propósito. Gracias al impulso que le ha dado el Gobierno del presidente Bukele al turismo, las playas salvadoreñas se han convertido en atractivos de escala mundial. Por ello se ha invertido muchísimo en la autopista que ahora conduce a Surf City, en La Libertad (con iluminación de última generación), y a la segunda fase de este proyecto, Suf City II, en oriente, con excelentes vías hacia Punta Mango, en Usulután.
Lo mismo se ha hecho en Conchagua, La Unión, para mejorar la conectividad hacia playa Blanca.
Sin embargo, también se ha apostado por las calles utilizadas por todos los salvadoreños en sus tareas cotidianas, como la reconstrucción del centro de Usulután y de la colonia Toledo y Ciudad Jardín, en San Miguel, pasando por la alameda Manuel Enrique Araujo (en San Salvador) y Jardines del Rey, en Santa Tecla, así como otras calles en Soyapango y en ruta a Quezaltepeque, además de obras en municipios alejados de la capital, como El Carrizal (Chalatenango) o en camino a Perquín (Morazán).
«Y aunque sabemos que falta muchísimo por hacer, estamos trabajando 24/7 para lograr nuestra meta de tener la mejor conectividad de Centroamérica», promete el presidente Bukele.