En su discurso del 15 de septiembre, para conmemorar el 202.º aniversario de la independencia, el presidente Nayib Bukele expresó que, «en tan solo cuatro años, El Salvador ha cambiado enormemente […]. Lo que estamos viendo ahora es un renacimiento. Hemos vuelto a nacer».
En efecto. En estos primeros cuatro años de su Gobierno, el presidente Bukele logró transformar al país más violento del mundo en el más seguro, con una drástica caída de los homicidios y otros delitos, gracias al éxito del Plan Control Territorial combinado con la eficiencia del régimen de excepción.
El viernes, el presidente Bukele anunció el lanzamiento de la fase VI del Plan Control Territorial, la cual será llamada Integración, para la cual creó la Dirección Nacional de Integración, que será dirigida por Alejandro Gutman, reconocido promotor de la «cultura de la integración», mediante la cual buscó mejorar las oportunidades de formación y de trabajo para jóvenes de familias pobres y estigmatizados por provenir de comunidades antes asediadas por las pandillas.
«Vamos a trabajar por una sociedad más integrada, con mejor formación profesional para más personas, mientras optimizamos mejor los recursos del Estado», expresó el mandatario al lanzar la nueva fase del programa de seguridad, que logró la captura de más de 72,000 miembros y colaboradores de maras.
Con tal efecto, el presidente Bukele aseguró que la renovación del Insaforp lo hará más eficiente, además de incrementar la formación profesional y técnica con nuevas especialidades y habilidades.
De su presupuesto actual de $60 millones, la mitad se invertirá en programas relacionados con la integración de jóvenes a la sociedad y otros $18 millones serán destinados a impulsar la digitalización del sistema educativo.
Alejandro Gutman dijo hace unos años en una entrevista en televisión que se había reunido con todos los presidentes, desde Antonio Saca —el primer gobernante de ARENA que fue condenado por corrupción y enviado a prisión—, pero que nunca le habían apoyado porque la cultura de la integración era un proceso muy largo y había formas más rápidas de ganar votos, aunque el proyecto qué él impulsaba traía efectos trascendentales y una profunda transformación de la sociedad.
El presidente Bukele, en cambio, le ha dado a la integración la máxima prioridad al adoptarla como política de Estado e incorporar a Gutman en el gabinete de Gobierno.
El Salvador vuelve a nacer. Una nueva generación de jóvenes vive ya en paz y seguridad, con la certeza de que no expone su vida al caminar por colonias vecinas cuando va a obtener educación, pero también con nuevas oportunidades para progresar.