Ala Selecta playera se le llegó la hora de enfrentar un desafío que ya conoce muy bien: estar en un mundial.
Los seleccionados han cambiado ya sus redes y se han trasladado hacia esas lejanas playas a la pesca de nuevos sueños, nuevas experiencias, nuevos títulos y reconocimientos. Sin embargo, lo más importante aquí es que no solo sueñan ellos, sino también ponen a soñar a todo un pueblo que espera verlos regresar con la barcaza repleta de lo cosechado, como ya lo han hecho en otras ocasiones.
Los miembros de la selección de playa son titanes, ejemplos a seguir para las presentes y futuras generaciones, pruebas vivientes de que un origen humilde y, por lo general, precario no es obstáculo para triunfar. Son guerreros que han demostrado que se puede llegar alto incluso viniendo desde abajo.
Es una selección que, aunque ha cosechado triunfos, también ha tenido duros reveses de los cuales ha sabido reponerse, y eso, al parecer, es lo que los ha hecho crecer. Si tomáramos a estos jóvenes como ejemplo a seguir, esa debería ser una actitud para aplicar en cualquier ámbito de la vida.
Es importante reconocer también que lo que estos dignos representantes de nuestro país han conseguido a través de ese deporte ha significado también un cambio importante para sus vidas, cambio que incluso ellos mismos reconocen. El practicar esa disciplina y pertenecer a la selección ha significado para ellos mejores ingresos y atender a sus familias de una mejor manera. A eso se suma el hecho de salir del anonimato y lograr reconocimiento nacional e internacional como deportistas. Conseguido todo eso, desde luego, con esfuerzo, constancia y disciplina.
Por otro lado, es una pena que los anteriores gobiernos, siempre fieles a su estilo, hayan querido montarse en los triunfos que ellos con tanto trabajo han conseguido para sacar de eso incluso un rédito político, finalidad para la cual les hicieron ofrecimientos públicos que jamás cumplieron o que cumplieron a medias.
Esta vez la historia ha sido diferente, no ha habido ofrecimientos, sino un real apoyo a los procesos de preparación, además de una sustancial retribución económica y premios por los importantes logros obtenidos. Eso es algo que sin duda los motiva y los impulsa a seguir adelante en esa lucha tenaz por poner en alto el nombre de nuestro querido país.
A esta selección y sus conquistas hay que agradecer también la existencia en el país de la Liga de Fútbol Playa y de una generación de jóvenes con deseos de practicar ese deporte, pues no hay espacio para dudar de que ellos han sido la inspiración. Son los que han hecho creer a las instituciones de que vale la pena apostar por eso, y a los jóvenes, de que es posible llegar lejos.
La historia no registra muchos casos de pescadores que hayan salido de la humildad y el anonimato para triunfar y trascender, únicamente en la Biblia está documentado un grupo de ellos que, por cierto, casi coinciden en número.
Finalmente, quiero desde este espacio desear a nuestros héroes toda la suerte del mundo, porque, aunque algunos digan que no, también se necesita, y sumada a su esfuerzo, estoy seguro de que conseguirán la victoria.