La falta de acceso al agua segura es uno de los problemas históricos que El Salvador ha heredado durante décadas. La creciente demanda del vital líquido, la desigualdad en su distribución y el estado de contaminación de las fuentes de agua superficiales agravan la situación hídrica del país (BIDeconomics El Salvador 2019).
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (2020) indica que más del 34 % de los hogares de la zona rural no tiene agua por cañería; mientras que cerca del 9 % de los hogares ni siquiera cuenta con infraestructura básica de saneamiento.
A pesar de los evidentes avances, miles de salvadoreños aún sufren esta situación que limita el desarrollo humano, sobre todo de segmentos vulnerables, que incluyen a niñas y mujeres que invierten tiempo y esfuerzo en la búsqueda del vital líquido para uso doméstico, muchas veces exponiéndose a situaciones de peligro.
Es por ello que el Fondo Ambiental de El Salvador (Fonaes) apuesta por implementar soluciones basadas en la naturaleza, con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de los salvadoreños. Según WWF (World Wild Life), las soluciones basadas en la naturaleza son un conjunto de acciones que aprovechan el poder de la naturaleza para abordar algunos de nuestros desafíos sociales más urgentes, como la amenaza de la disponibilidad del agua, el creciente riesgo de desastres naturales o el cambio climático. El aprovechamiento del agua lluvia es un ejemplo de estas.
El promedio de lluvia anual en El Salvador es considerable, ronda los 1,800 milímetros, lo que significa que si toda la superficie del país fuera impermeable sería como tener una «piscina» con una profundidad de agua de 1.8 metros. Según el Banco Mundial, esta cantidad de lluvia supera el promedio de más de 140 países alrededor del mundo.
Según la Organización de las Naciones Unidas, una persona utiliza entre 50 y 100 litros de agua al día para cubrir necesidades básicas. Partiendo de estos datos, se infiere que los sistemas de captación de agua lluvia pueden suplir las necesidades de un grupo familiar de cinco miembros. Por lo que el Fonaes ha apostado y apuesta a la implementación de sistemas inteligentes que contribuyan a la autonomía hídrica de los hogares durante la estación lluviosa, promoviendo así el goce del derecho humano al agua y al saneamiento digno.
Con la instalación de estos sistemas de captación y aprovechamiento de aguas lluvias, principalmente en viviendas de la zona rural, el Fondo contribuye a aliviar la carga económica que representa para las familias el suplir esta necesidad, a la vez que ayuda a disminuir el volumen de extracción de agua de los mantos acuíferos que se encuentran bajo una seria amenaza por sobreexplotación.
Ante este panorama de agotamiento de los recursos naturales a escala mundial, el Fonaes financia proyectos que tengan vinculación directa con cinco ejes estratégicos de trabajo: recursos hídricos, cambio climático, biodiversidad, saneamiento y educación ambiental.
De esta manera, contribuye a los esfuerzos con restauración de ecosistemas y paisajes, con reforestación, trabajos de conservación de suelos, protección y mantenimiento de Áreas Naturales Protegidas, recuperación de biodiversidad, asistencia técnica y educativa para mejorar la gobernanza ambiental en las comunidades, entre otras acciones que buscan la satisfacción de las necesidades de la sociedad sin comprometer el entorno natural.
El presidente del Fonaes, Jorge Castaneda, asegura: «El Fonaes trabaja en innovación en materia ambiental y soluciones basadas en la naturaleza, por citar una, el aprovechamiento del agua lluvia. De la mano de socios estratégicos, entidades gubernamentales, empresa privada y cooperantes, podremos mejorar la calidad de vida de cientos de miles de salvadoreños».
Con el trabajo articulado de las diferentes instituciones del Gobierno se han cimentado las bases para llevar desarrollo a la población, de la mano con estrategias ambientales que mantienen el balance ecológico. Ejemplo de ello es el reciente Convenio Interinstitucional firmado entre el Fonaes y el Ministerio de Obras Públicas y de Transporte, con el que se integrará la infraestructura gris con elementos de infraestructura verde para nuevas edificaciones que promoverán cambios positivos tales como la captura de carbono, la mitigación del efecto isla de calor urbano y la creación de hábitats adicionales para la vida silvestre y espacios recreativos.
Una de estas primeras obras que surgen de este acuerdo es el mirador de Camino a Surf City, que busca ser un espacio de entretenimiento, con un centro de interpretación y obras de infraestructura verde que buscan la satisfacción de las necesidades de la sociedad sin comprometer el entorno natural; estas son soluciones basadas en la naturaleza, que garantizan el uso de los recursos de manera inteligente. Mediante el esfuerzo sinérgico entre las instituciones gubernamentales, se busca dar una respuesta inteligente que permita el crecimiento económico y la protección del medioambiente.
Castaneda explicó que el Fondo ha llevado a cabo un proceso profundo de transformación a nivel interno por medio de transformación digital, innovación en materia ambiental, gestión por resultados, indicadores de desempeño y agilidad en la gestión pública, con el fin de brindar a los ciudadanos un servicio que les genere más y mejores beneficios, además de ampliar la territorialidad de la institución con la ejecución de proyectos en zonas con mayor riesgo de sufrir los efectos del cambio climático.
Con la implementación de soluciones basadas en la naturaleza, el Gobierno del presidente Nayib Bukele, por medio del Fonaes, impulsará el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias más vulnerables, aprovechando el poder de los recursos naturales para procurar el bienestar humano, al mismo tiempo que restaurará y protegerá los ecosistemas de nuestro país.