Las ONG conocidas como «tanques de pensamiento» han guardado silencio al no publicar y presentar análisis coyunturales, o hacer conferencias de prensa como era usual, para reconocer la nueva realidad económica y social que vive El Salvador con el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Algunas de esas organizaciones, como la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), durante los gobiernos de ARENA y del FMLN presentaban análisis trimestrales de la situación económica o social, y otras, como Acción Ciudadana, se pronunciaban contantemente en relación con diversos temas de interés nacional; sin embargo, en la actualidad ambas se niegan a reconocer la buena gobernanza.
En el pasado, incluso, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y los Aliados por la Democracia (que aglutina a ONG de izquierda y derecha) se pronunciaban por temas de coyuntura, pero también guardan silencio a pesar de los avances en educación y salud pública.
Los «tanques de pensamiento» tampoco dan postura por temas como la drástica reducción de los homicidios, el combate frontal contra las estructuras delincuenciales y la reducción de delitos como las extorsiones, las desapariciones forzadas y las privaciones de libertad.
Esas organizaciones se han plegado a las posturas de los partidos políticos salvadoreños de oposición y a sus similares internacionales, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que dicen que defienden los derechos humanos y atacan las acciones legales que ha tomado el Ejecutivo como el régimen de excepción y el Plan Control Territorial para el combate de pandillas y el crimen organizado.
El Gabinete de Seguridad del Ejecutivo reportó el martes pasado que más de 57,000 mareros y pandilleros han sido capturados desde marzo de este año con la implementación del régimen de excepción, y han sido decomisados al menos $1.4 millones en efectivo que las estructuras delincuenciales habían cobrado en concepto de extorsión.
El sociólogo y analista Mauricio Rodríguez explicó que los diversos «tanques de pensamiento» —de izquierda o derecha— nacieron durante la guerra o posguerra, nutriéndose de fondos extranjeros o nacionales, y obedecen a una agenda política; por lo tanto, siempre tratarán de desconocer el trabajo del Gobierno de Bukele.
«Todos ellos [los tanques de pensamiento] obedecen a una agenda predeterminada en la cual, por su naturaleza, por sus raíces, por ser unos de ARENA y otros del FMLN, siempre están tratando de desvirtuar y desconocer en gran medida el trabajo que el Gobierno actual hace», explicó el analista.
Agregó que los «tanques de pensamiento» juegan un papel de «oposición y no encuentran otra manera de desvirtuar los logros que el Gobierno Central ha tenido con el apoyo de la Asamblea Legislativa».