En plenas festividades de Navidad y fin de año, creo que vale la pena aprovechar este espacio para hacer un pequeño recuento de todo lo vivido durante 2022 en el interior de la gran familia del deporte de nuestro país.
Son ya tres años y medio los que cerramos al frente del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), consolidando nuestras apuestas establecidas cuando fuimos encargados por el presidente de la república, Nayib Bukele, para este puesto.
El deporte, sin duda alguna, es prioridad para este Gobierno. Y prueba de ello es la gala de los Premios E&G que vivimos el pasado 11 de diciembre y en donde reconocimos el esfuerzo por alcanzar la gloria de nuestros atletas, entrenadores y selecciones nacionales.
Fue, en definitiva, una noche única, en la que premiamos 14 categorías, con reconocimientos económicos, preseas e incluso camionetas del año para el tenista Marcelo Arévalo, como deportista masculino del año, y la patinadora Ivonne Nóchez, como deportista femenina del año.
Pero la gala fue solo el colofón del Programa Esfuerzo y Gloria, al que nosotros consideramos como el más ambicioso en la historia del deporte salvadoreño, que nos ha permitido atender, desde mayo, a los 400 atletas nacionales más destacados.
Y los premios son el último de los cuatro ejes que hemos diseñado para lograr la profesionalización deportiva en El Salvador, convencidos de que solo así podremos engrandecer el deporte de nuestro país. Los restantes tres ejes son los siguientes: 1. El apoyo económico que le damos a cada federación, asociación y organización deportiva nacional para su respectivo funcionamiento; 2. El estímulo deportivo que le damos a esos 400 atletas, mes tras mes, para que se dediquen de lleno a su deporte; 3. Los premios en efectivo que entregamos, a estos mismos atletas y a sus entrenadores, por los logros obtenidos en diferentes competiciones internacionales, premios que van desde los $200 hasta los $15,000, de acuerdo con la tabla establecida en el Programa Esfuerzo y Gloria.
No me alcanzarían estas líneas para enumerar y felicitar a cada uno de esos deportistas que hicieron sonar el himno nacional fuera de nuestras fronteras patrias, o que se alzaron con una plata, un bronce, o que pusieron todo su empeño cuando les tocó subir al ring, al tatami, a la tarima, a la pista, a la duela o a la cancha para representar el azul y blanco. Pero para todos ellos y para sus entrenadores, nuestros mejores deseos de que en el año nuevo sigan con su lucha, con su trabajo, con su entrega para, entre otras cosas, brillar con luz propia en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, que albergaremos entre el 23 de junio y el 8 de julio. Sobre los juegos, quiero recordarles que estamos en plena ejecución de $115.2 millones en la intervención de los principales escenarios deportivos de nuestro país y de $30 millones en la readecuación del campus central de la Universidad de El Salvador, que servirá como villa deportiva de la justa regional.
Pero no solo eso viviremos el próximo año: nuestro programa presidencial LaLiga, Valores y Oportunidad seguirá con su expansión y crecimiento, superando las 150 academias sociodeportivas en todo el país, beneficiando de manera directa a más de 15,000 menores de edad, formados no solo bajo los conceptos futbolísticos de la mejor liga del mundo, la española, sino también en valores como la solidaridad, el respeto, el trabajo en equipo, entre otros.
También disfrutaremos de la tercera edición de la Liga de Fútbol Playa, con la participación de 30 equipos (18 masculinos y 12 femeninos), que buscarán alzarse con el título de la Copa CEL 2023. Y en eventos internacionales de fútbol playa, en febrero seremos testigos de la Americas Winner Cup, un torneo de clubes que se desarrollará por primera vez en la historia y que reunirá en nuestras arenas a lo mejor de las zonas de Concacaf y Conmebol. En Semana Santa también seremos sede de un evento eliminatorio regional, en donde veremos en acción a nuestras selecciones de fútbol playa.
Seguiremos con el apoyo incondicional a esta modalidad, tal y como lo hemos hecho desde julio de 2019, cuando llegamos a la administración del Indes y que nos ha permitido, entre otras cosas, que El Salvador Beach Soccer Cup, evento organizado por nosotros en Semana Santa, haya sido escogido por Beach Soccer Worldwide (BSWW) como el Mejor Evento del Año 2022.
En 2023 también seremos testigos de dos torneos más de la Liga Nacional de Fútbol: el Apertura y el Clausura, que nos permitirán seguir ofreciendo oportunidades para el desarrollo local a través del deporte. Esta liga ya comenzó a rendir frutos, pues en los últimos días de este año hemos visto como algunos entrenadores y jugadores, incluyendo a extranjeros, que participaron de la primera edición de la LNF han pasado a engrosar las filas de equipos profesionales de fútbol.
El apoyo hacia los otros deportes y ligas continuará y, en algunos casos, se incrementará. Incluso, recientemente anunciamos la distribución de más de $1 millón que servirán como una primera etapa en la preparación de los atletas y las selecciones nacionales que competirán en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. Esta ayuda incluye, por supuesto, al fútbol, del que todavía seguimos esperando respuesta para saber de qué manera piensan invertir estos fondos.
Quiero cerrar esta columna contándoles que el ofrecimiento de acompañamiento hacia el fútbol salvadoreño sigue en pie. Hace unos días nos reunimos con la dirigencia de la primera división, a la que le expusimos el Plan Construyendo el Camino hacia el Mundial, un proyecto integral que incluye el apoyo inicial por $30 millones por los próximos cinco años, cubriendo todas las aristas que consideramos indispensables para el desarrollo de este deporte.
Reiteramos también, como se lo hemos dicho a todas las federaciones, asociaciones y organizaciones deportivas nacionales, que el Indes no hace deporte. El Indes crea las condiciones para que las prácticas deportivas en nuestro país sean las óptimas, idóneas y dignas para los atletas y sus entrenadores. Al Indes no le interesa tener injerencia en las decisiones deportivas ni de gobernanza de las federaciones, porque somos respetuosos de las autonomías. Eso sí: somos garantes de que los fondos públicos sean bien utilizados por todos, comenzando por nosotros mismos.
Me despido dándole gracias a Dios absolutamente por todo lo vivido durante 2022 y deseándoles a ustedes lo mejor para el año venidero. Seguiremos juntos #ConstruyendoElCamino.