Gracias al apoyo del Gobierno de Japón, por medio de la Agencia Japonesa para la Cooperación Internacional (JICA, por sus siglas en inglés), y a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Ministerio de Educación inició esta semana el reparto de los primeros 2 millones de libros de texto para estudiantes desde primer grado hasta segundo año de bachillerato.
Esta es la primera fase de un proyecto que incluye la distribución de libros y cuadernos de ejercicios de Matemáticas y Lenguaje, además de la antología literaria de primera infancia «Crecer leyendo» y la libreta de expresión artística «Crecer y crear juntos: imagina y diviértete» para alumnos de educación inicial.
En total, el Ministerio de Educación entregará 4 millones de libros y cuadernos de ejercicios para alumnos de los sectores público y privado. Se trata de herramientas necesarias para que continúen su aprendizaje en el año escolar que está próximo a iniciar.
Recientemente, la primera dama Gabriela de Bukele participó en la graduación de bachilleres del colegio Arrupe, financiado por una fundación española con el apoyo de la embajada de ese país, cuya agencia de cooperación se dispone a inaugurar, junto con la ANDA, la primera planta desalinizadora para distribución de agua potable en la isla Madre Sal.
Más allá de la cooperación en educación, El Salvador tiene abiertas todas sus áreas al apoyo internacional, como la construcción de la nueva biblioteca nacional, un proyecto ofrecido por la República Popular China, que también edificará un moderno estadio, además de plantas de tratamiento de agua, un parque de diversiones en la costa y otros proyectos.
Mañana, el presidente Nayib Bukele inicia una visita por Turquía, un importante país, puente entre Europa y Asia y motor económico en esa región. Las relaciones diplomáticas con esta nación fueron establecidas apenas unos meses después del inicio del actual Gobierno, lo que significó saldar una deuda histórica en materia de relaciones internacionales.
La humanidad, en un mundo globalizado, es mucho más compleja y bien le viene a un país como El Salvador establecer alianzas y acuerdos con la más diversa variedad de naciones para mejorar sus oportunidades de negocios y en búsqueda de cooperación.
Ya el país demostró que también puede ayudar desde sus posibilidades, como sucedió con la distribución de vacunas en varios municipios de Honduras, a solicitud de las autoridades locales, que se sentían frustradas por la lentitud de su propio Gobierno.
El Salvador es un país con puertas abiertas a la inversión, el turismo y el comercio. Es hora de que esto llegue a todos los rincones del planeta.