En junio, se vendieron 697.000 viviendas nuevas en proyección anual (la cifra proyectada a 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición).
El dato está muy por debajo de las 725.000 ventas que esperaban los analistas, según el consenso de Market Watch.
Se trata asimismo de un descenso de 2,5% sobre las ventas de mayo, que por otra parte fueron revisadas a la baja, a 725.000 frente a 763.000.
Comparado con junio de 2022, las ventas fueron 23,8% mayores.
A fines de junio, unas 432.000 casas nuevas estaban disponibles. Se trata de una mejora continua que permite precios algo más bajos.
La mediana de precios para viviendas nuevas se ubica así en 415.400 dólares. En octubre de 2022, la cifra era de 496.800 dólares.
Las casas nuevas se venden impulsadas por la falta de viviendas usadas disponibles, en un contexto de altas tasas de interés que hace que muchos potenciales compradores no se deshagan de sus actuales residencias para cambiar de propiedad.
Las tasas de interés hipotecarios rozan el 7% en Estados Unidos para un crédito a tasa fija a 30 años, según el grupo de refinanciamiento inmobiliario Freddie Mac.