Ayer era un día para disfrutar, hoy es un día para disfrutar y mañana… mañana todavía es incierto, pero lo seguro es que tenemos este preciso momento, hoy es el día que debemos llamar o escribir a esos seres queridos y decirles lo importante que son para nosotros.
Un día difícil para la familia de mi esposa fue cuando le dieron un diagnóstico desfavorable a su madre y antes de iniciar el proceso médico decidieron ir a la playa, hubo muchas risas y dijeron que debían repetir esa salida, nunca sucedió porque mi suegra falleció.
Tuve un buen amigo con quien compartimos el gusto por las motocicletas. Antes de comprarme mi motocicleta él me prestó la suya para que tuviera la experiencia adecuada. Cuando lo logré, quedamos en que haríamos una salida, que disfrutaríamos una ruta cada uno en su moto, pero mi amigo falleció, así que ese viaje no sucederá.
Hay varias personas con las que me habría encantado compartir su tiempo, sus anécdotas, sus experiencias, pero por razones del destino será imposible, porque ellos ya no están en esta tierra. El mañana es tan incierto y la vida relativamente tan corta que debemos aprovecharla de la manera más apropiada posible. «Mañana le llamo», «un día de estos le escribo», «esperaré a que se le pase»… Hoy es el día de llamar a ese amigo o amiga, a ese familiar, hoy es el día de escribirle a esa persona que nos interesa.
Hoy debemos intentar arreglar las diferencias con quien nos importa, porque al final sufrimos más por lo que nos imaginamos que por lo que realmente sucede. Pasamos esperando vacaciones o el clima correcto para salir de paseo, pero no sabemos cuándo será ese día; si el día está muy soleado y caluroso, nos quejamos; si el día está lluvioso y frío, nos quejamos. Se nos hace tan difícil disfrutar lo que tenemos y disfrutar de las personas a nuestro alrededor.
Debemos ser conscientes de que no todas las personas estarán siempre en nuestras vidas o nosotros en las de ellas, pero mientras están, debemos disfrutarlas, dar nuestra mejor versión como amigo, como familia o como pareja.
El pasado nos sirve para aprender de él, y el presente, para forjar lo mejor posible nuestro futuro… Si es que ese futuro llega. Si hoy estás mal con alguien y quieres solucionar las cosas, debes hacerlo; si hoy te nace escribirle a alguien, aunque sepas que no te responderá, escríbele; si hoy quieres darle una bonita sorpresa a una persona especial, no esperes más; deja de arrepentirte de aquello que hubieras querido hacer o decirle a alguien, aprovecha las oportunidades que te da la vida y si no sale como esperabas, aprende para no cometer los mismos errores.
La muerte es parte del ciclo de la vida, es inevitable. Tenemos este momento y no volverá jamás.
A partir de hoy disfruta de cada respiro, aprende de cada situación, valora a cada persona a tu alrededor, y como dice la frase que se le asigna a Mahatma Gandhi: «Vive como si fueras a morir mañana… aprende como si fueras a vivir para siempre».