La tragedia del estadio Cuscatlán, ocurrida el 20 de mayo del 2023, dejó un saldo de nueve personas fallecidas, todos aficionados de Alianza. Tras ese suceso, la comisión disciplinaria de la Fesfut impuso un castigo de dos torneos a puerta cerrada cuando los paquidermos jueguen como local, además de una multa económica.
El primer torneo de sanción se cumplió en el Apertura 2023 y falta el Clausura 2024 que inicia el 13 y 1 de enero. Pero la junta directiva de los capitalinos trabaja para presentar un documento en el que pedirán a la comisión disciplinaria de la Fesfut una reconsideración de ese castigo.
Mario Palacios, vicepresidente del equipo albo, dijo que un grupo de abogados y especialistas en seguridad están estudiando y analizando el tema, pero la idea es elaborar un documento para solicitar que se reconsidere la sanción que ha afectado al equipo. «Esta nota se va a presentar en los próximos días solicitando una reconsideración del castigo», dijo el directivo.
«Se está haciendo el análisis, se está estudiando, se están llevando todos los argumentos necesarios aparte de la pérdida de la afición. También han habido pérdidas colaterales, familias que han dejado de recibir esos ingresos, público que trabaja en los alrededores del estadio. Alianza ha sufrido directamente en el tema de no tener público, pero también la afición que vive el día a día en los estadios, la gente que atiende en el escenario deportivo, es la gente que se ha visto afectada», dijo el directivo de los blancos.
Palacios considera que al momento de imponer el castigo a Alianza no se dimensionó todo lo que abarcaba la sanción, la cual obligó a los albos a hacer una reingeniería en el plantel, a tal punto de renunciar a fichar jugadores extranjeros en el torneo pasado, además de reducir salarios a sus jugadores, pero con consentimiento.