Carlos Alberto Chávez es un productor de Santa Elena, Usulután, que cosecha hortalizas en un ambiente protegido en terreno rocoso gracias al apoyo del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa).
Hasta hace unos años se dedicaba solo a la siembra de maíz y frijol en un terreno de su familia. Actualmente, Chávez tiene su cosecha de chile dulce en el cantón Joya Ancha Arriba, de Santa Elena, una zona rocosa.
Al productor le fue difícil instalar una casa malla en dicho lugar, ya que las piedras le impedían hacer uso de su tierra, por lo que con la asesoría técnica del Centa, con el uso de uso de la tecnología y manejo agronómico, pudo lograrlo.
«Soy feliz porque tengo trabajo en la casa y la asistencia técnica ha sido fundamental, ya que me asesoran para que mejore la producción del cultivo, suelo, plagas y enfermedades», dijo el productor.
La casa malla que ha construido en su terreno tiene una medida de 382 metros cuadrados, con capacidad para 1,560 matas de chile.
El productor inició la cosecha en julio, saca cosecha cada semana y ha logrado comercializar en su misma localidad.
El saco de chile dulce cuesta entre $20 y $30. Para finales de la cosecha espera obtener un ingreso estimado de $6,000.
Chávez también cuenta con un reservorio para la captación de agua lluvia, ya que sus terrenos se encuentran dentro del corredor seco, por lo que también ha sido uno de los beneficiados con el proyecto «Aumento a las medidas de resiliencia climática en los agrosistemas del corredor seco del Salvador», con el que ha recibido capacitaciones, herramientas e insumos para implementar prácticas de adaptación al cambio climático.
«Como institución buscamos beneficiar a los productores y establecer acciones que contribuyan a mejorar la economía local a través de la asistencia técnica y seguir fomentando la diversificación y tecnologías agrícolas», comentó Edgardo Reyes, director del Centa.