Para la diputada de VAMOS, su partido tuvo una votación tan grande en las elecciones del domingo pasado que considera que ganó dos curules en la nueva Asamblea Legislativa y que, además, son la verdadera segunda fuerza electoral del país, solo por detrás de Nuevas Ideas. Y propone anular los comicios.
VAMOS, de esa forma, se suma a la iniciativa de ARENA de anular las elecciones. Además, el máximo dirigente del partido tricolor logró que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) pusiera en pausa la elección extraordinaria para aquellos salvadoreños residentes en el exterior que se quedaron sin votar. Son ciudadanos que llegaron a tiempo y a los que la empresa contratada por el TSE no dejó entrar a emitir el sufragio porque solo reservó por unas horas los locales donde iba a instalar las máquinas para emitir el voto.
ARENA demostró, una vez más, su desprecio por la diáspora. Ese rechazo a los salvadoreños que viven en otro país ha sido tan consistente desde el momento en que se opuso a aprobar en la Asamblea Legislativa el voto en el extranjero. No obstante, no tuvo ningún problema en salir después a pedir apoyo para sus candidatos. Por eso no es de extrañar que el 98 % de la diáspora haya votado por el presidente Nayib Bukele, ya que ha demostrado su apoyo y preocupación por todos los ciudadanos desde que tomó posesión del cargo.
El único en ARENA que ha sabido asimilar la derrota en las urnas ha sido el candidato presidencial, Joel Sánchez, quien ha reconocido —por medio de un video en su cuenta en X— la victoria de Nuevas Ideas y le pide a Dios que le dé sabiduría «al presidente que la población decidió: Nayib Bukele».
Otros voceros de la oposición se han dedicado a despotricar contra los miembros de las juntas receptoras de votos y contra el TSE mismo, llegando a emitir acusaciones temerarias como que se rompió la cadena de custodia, cuando todos los partidos políticos participan en el proceso de resguardo tanto de las actas como de las urnas. Son ciegos por opción, sin siquiera prestar atención a un antiguo asesor y excandidato de ARENA que les dice que están equivocados y tergiversan la realidad.
El resultado del 4 de febrero es lo que todas las encuestas habían vaticinado: una demoledora victoria del presidente Bukele. Como dice la misión de la OEA, Nuevas Ideas ganó limpiamente una «supermayoría» en la Asamblea Legislativa. No hay peor ciego que el que no quiere ver.