El último informe semanal de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca que El Salvador ha tenido la reducción más grande de contagios de la COVID-19 en la región centroamericana, mientras que, de forma paralela, se mantienen bajas las letalidades a causa del coronavirus. «En Centroamérica, las muertes aumentaron un 30 % en general, pero los casos de nuevas infecciones están comenzando a bajar. En El Salvador han caído en un 70 %; en Belice y Panamá, los casos nuevos descendieron un tercio», destacó Carissa F. Etienne, directora de la OPS.
El dato es muy importante porque refleja que los esfuerzos dirigidos por el Gobierno del presidente Nayib Bukele duplican los buenos resultados de Belice y Panamá en cuanto a la disminución de nuevos casos. Y es mucho más significativo en momentos en los que el mundo sufre el embate de la variante ómicron, mucho más contagiosa que sus predecesoras.
La OPS, que es parte de la Organización Mundial de la Salud, sostiene que países como Chile reportan un aumento de las hospitalizaciones, es decir, de casos lo suficientemente graves para que no puedan ser atendidos en casa, sino que sea necesaria la atención especializada. El Caribe, en cambio, es la región con más muertes por la COVID-19, según el análisis de la OPS.
El Salvador, gracias a los esfuerzos hechos desde los primeros momentos en que se descubrió el virus, y reforzados con la ampliación de la red hospitalaria y el aseguramiento de vacunas suficientes para todos, ha tenido un manejo excepcional de la pandemia.
Al reconocimiento que hoy hace la OPS se suman los del mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OMS.
La efectiva y masiva campaña de vacunación ha permitido una amplia inmunización de la sociedad salvadoreña, de modo que en estos momentos casi el 74 % de la población ha recibido el esquema completo de dos dosis, en tanto que más del 22 % ya tiene el refuerzo.
La directora de la OPS recalcó que los países con una cobertura de vacunación más alta tienen menos muertos e ingresos a las unidades de cuidados intensivos, lo que explica en buena parte el éxito del caso salvadoreño, además de que el Gobierno garantizó el suministro de los laboratorios internacionales y administró las dosis masivamente gracias a un impecable sistema que atrae incluso a visitantes de otras tierras.
A pesar de los esfuerzos, el llamado a los ciudadanos es a no bajar la guardia. A seguir utilizando la mascarilla y a mantener las medidas de bioseguridad, como el lavado constante de manos con agua y jabón y el uso de alcohol en gel; de esa forma, el país seguirá siendo un ejemplo para el mundo.