Esta es una pregunta recurrente en el consultorio odontológico. Muchos niños se quejan de dolor por una muela picada y les informamos a los padres que es una molar permanente.
La primera molar permanente es la pieza que erupciona en la boca de un ser humano a los seis años de edad. En El Salvador, según mi experiencia, los padres no nos damos cuenta de este cambio en la boca de nuestros hijos; lo que notamos es la caída de su primer diente de leche, aproximadamente a la misma edad, tomamos una fotografía al cholco y se coloca el diente bajo la almohada para ver qué trae el famoso ratón o el hada de los dientes.
En la clínica obtenemos resultados negativos por esta falta de conocimiento. Un niño de seis años no puede limpiarla bien porque la muela está al final del arco dentario a esa edad; además, la cantidad de fisuras que posee hace que se detenga cualquier cantidad de residuos de alimentos pegajosos, y es el sitio ideal para que las bacterias aniden y se reproduzcan.
Los padres llegan al consultorio y me dicen: «Tiene una muelita de leche picada», y aseguran que esa muela no se le ha caído al niño (porque piensan que es primaria). Me veo en la pena de explicar que es la muela permanente y que salió a los seis años. Generalmente, muestran una cara de desconsuelo y frustración al enterarse de que se deberá hacer una obturación, una endodoncia o, en la mayoría de los casos en las unidades de salud, una extracción.
Debido a esto, dediqué un tiempo de la consulta y les pregunté a los padres de niños en parvularia qué sabían sobre esa pieza tan importante en el desarrollo de la cara, la cual yo llamo «el diamante de la boca». Lamentablemente, los resultados fueron negativos y mostraron el desconocimiento de la importancia de esta molar.
En el material que brinda el Ministerio de Educación, este conocimiento se imparte en tercer grado, cuando el niño ronda los 10 años, con muy poca comprensión de parte de los profesores, lo que suma para que esta pieza se pierda de forma prematura, con graves consecuencias.
El control de la caries es un problema que debemos tratar en conjunto: el odontólogo, quien debe dar a conocer la importancia de esta molar; los padres, que deben supervisar y ayudar al niño a cepillarse hasta los 12 años, y los profesores, que deben educar en el área de salud bucal a la edad que corresponde.
Las historias de terror en el consultorio disminuirían si desde muy temprana edad se tienen hábitos saludables que permitan solo intervenir antes de tener un problema.
Invertir en prevención es más económico para todos, es menos doloroso, nos asegura salud, bienestar y un mejor nivel de vida.