Estados Unidos todavía intenta reunir a casi mil niños migrantes con sus padres, dos años después de que el Gobierno de Joe Biden creó la Fuerza Conjunta de Reunificación Familiar y seis años después de que ocurrieran las separaciones en la frontera.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) ha reunificado a 600 niños con sus familias en estos dos años. De los 998 niños que no han podido volver a ver a sus padres, 148 están en el proceso de ser reunificados, dijo el DHS. Sin embargo, la administración del presidente Biden se negó a pagar una restitución económica a las familias afectadas llevando el caso a corte.
Muchos niños fueron localizados y reunidos antes de que Biden asumiera el cargo a través de un proceso judicial después de que la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda para detener la política de separación.
«Entendemos que nuestro trabajo crítico no ha terminado», declaró en un comunicado el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. «Reafirmamos nuestro compromiso de trabajar sin descanso para reunificar a las demás familias que sufrieron a causa de la anterior política cruel e inhumana», rectificó.
Luego de que Mayorkas también compartió un video en sus redes sociales emitiendo esta postura, el director de Políticas de American Immigration Council, Aaron Reichlin-Melnick, publicó: «secretario Mayorkas, tiene razón, el trabajo no está hecho. Ese trabajo también incluye compensar a las familias separadas, contra quienes la administración de Biden está tratando de combatir en los tribunales. Debería decirle a su colega [el fiscal general] Merrick Garland y al presidente que dejen de pelear con las familias en los tribunales», exigió.
Al inicio de su mandato, Biden describió como «tragedia humana» la política «tolerancia cero», promulgada en la administración del expresidente Donald Trump en 2018, con la que se separó a más de 3,924 menores de sus padres; los abogados del Ejecutivo lucharon a finales de 2021 en los tribunales federales para no compensar a los migrantes afectados.
Inicialmente, Biden consideró que cada persona debía recibir por lo menos $450,000, pero el Gobierno luego abandonó las negociaciones con los defensores de una veintena de familias que habían demandado a la administración, y quienes argumentaron daños psicológicos por las separaciones.
«Cientos de niños separados por la fuerza de sus padres en la frontera bajo la presidencia de Trump podrían no volver a ver a sus padres nunca más», añadió Reichlin-Melnick.
«El trauma de la separación familiar continúa. Entonces, ¿por qué la administración Biden está luchando en los tribunales para evitar que sus víctimas busquen una compensación?» cuestionó el experto.