Eta entró a Nicaragua como un huracán de categoría 4 y con la fuerza para subir al máximo escalón de peligros; sin embargo, perdió fuerza y se degradó primero a huracán categoría 2 y ahora es una tormenta tropical.
Si bien es una buena noticia que el fenómeno haya bajado de intensidad, eso no reduce el riesgo que representa. Muchos se expresan en las redes sociales o en los círculos privados creyendo que hubo una respuesta sobredimensionada por parte del gobierno para enfrentar la emergencia. Ni por asomo. La prevención ante fenómenos naturales nunca será demasiada, sobre todo cuando venimos de semanas de lluvias y fuimos testigos de una desgracia en Nejapa que acabó con la vida de 10 personas.
La vulnerabilidad del territorio salvadoreño es muy grande, y se agrava cuando los suelos están saturados de humedad y cuando la lluvia en Honduras se traslada por los ríos hacia El Salvador. Estamos enfrentando el riesgo de desbordamiento de ríos, de formación de cárcavas y de deslizamientos de tierra.
La basura no recogida en la zona metropolitana de San Salvador aumenta el riesgo de inundaciones en las áreas urbanas, ante el bloqueo de desagües y alcantarillas. Ha sido el MOP el que se ha dedicado en las últimas horas a recoger desechos que podrían ocasionar desgracias entre los ciudadanos.
Lo que ahora tenemos son árboles caídos en diferentes puntos del país, un recordatorio de que no debemos bajar la guardia y de que debemos mantener la prevención como algo permanente. No podemos confiarnos y creer que Eta es muy débil y que está muy lejos. Las inundaciones son un peligro real, y por eso se activó el plan de albergues, para que haya condiciones en las cuales alojar a la población y prevenir desgracias.
Las alcaldías han recibido un refuerzo por parte del Ejecutivo para implementar acciones de protección en favor de la población. No se trata de dinero para reforzar la imagen de los funcionarios, sino de recursos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Es hora de dejar de lado los protagonismos y trabajar en equipo, de la mano con el Gobierno Central y las instituciones ligadas al Sistema Nacional de Protección Civil, para garantizar que la emergencia que enfrentaremos en las próximas horas sea superada. Tampoco se puede obviar que todavía estamos en medio de una pandemia, con muchas posibilidades de que haya un rebrote de la COVID-19 si descuidamos el distanciamiento social y las medidas higiénicas.